ANÁLISIS
El 2021 se caracterizó por los problemas de navegabilidad, afectando a varios sectores de la economía y en especial al sector productivo. Si bien se llevaron adelante varios trabajos en busca de una solución a esta problemática, los sobrecostos y retrasos en los envíos de las cargas no faltaron.
En su informe de cierre de este año, la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) hizo un recuento de todas las dificultades por las que atravesó el sector productivo.
Los inconvenientes en la navegación se dieron en ambos ríos: Paraguay y Paraná. En el caso del primero, la navegación se mantuvo a lo largo del año, pero con limitaciones en cuanto a calado de carga tanto en los puertos de Asunción y Departamento Central como en los situados al norte de Asunción, en los departamentos de San Pedro y Concepción, donde las restricciones fueron aún más severas.
En este punto, el gremio recuerda que este año han encarado acciones conjuntas con la Cámara de Terminales y Puertos Privados del Paraguay (Caterppa) y el Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (Cafym). El objetivo fue lograr la liberación de recursos para el dragado de pasos difíciles, de modo a seguir operando aunque sea a calado menor.
En el caso del Paraná, en buena parte del año no se pudo navegar. Actualmente, según señaló la Capeco, el grupo de puertos del Alto Paraná, junto con la Comisión Mixta del Río Paraná (COMIP), está realizando limpieza de varios pasos que permitiría poder navegar en la próxima zafra.
La Capeco detalla que de un potencial de exportaciones por el canal logístico del río Paraná de aproximadamente 2,5 millones a 3 millones de toneladas de productos agrícolas, en este año se llegó solo a 900.000 toneladas, lo que generó importantes sobrecostos a toda la cadena de producción, comercialización y exportación.
En esta línea, también mencionaron que la licitación para dragado en el Alto Paraná ha sido adjudicada a una empresa, luego impugnada por otro oferente y finalmente cancelada por el MOPC. “Se ha iniciado un nuevo proceso de licitación para este tramo, pero infelizmente aún no ha concluido y el tiempo pasa inexorablemente”, advierte el gremio, en su informe.
Reitera que esta situación ha generando grandes pérdidas y sobrecostos que han impactado principalmente en los exportadores, para los volúmenes que ya habían sido negociados con anticipación; y en el productor, para los casos de volumen negociado una vez que ya se tenía la situación de no navegación en el Paraná y de menor capacidad de carga en el Paraguay.
Panorama 2022
La citada Cámara anunció que la expectativa es que el 2022 sea un año de aguas bajas en ambos ríos, lo que nuevamente generará dificultades y atrasos en los flujos de exportación.
Resalta que el gran desafío es desarrollar un sistema de dragado y balizamiento que permita garantizar la navegación en todo tiempo y que evite sobrecostos en tiempos de aguas altas.
“Creemos que una alianza público-privada puede ser el camino, donde se opere bajo la supervisión operativa similar al modelo de la COMIP en el Alto Paraná y se trabaje el costo, sin generar innecesarias erogaciones al sector exportador”, recomienda la Capeco.
Licitación cancelada
Cabe recordar que, a inicios de este mes, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) decidió anular y modificar la convocatoria para el dragado del río Paraná, atendiendo a la solicitud de una empresa durante el proceso licitatorio.
En la primera quincena de agosto había sido adjudicada la empresa TyC para tareas de dragado y señalización en tramos del río Paraná, por casi USD 4 millones, pero los trabajos nunca empezaron debido a que el proceso se suspendió por la protesta presentada por otro oferente.
La entidad informó que trabaja en un nuevo llamado por la vía de la excepción y para agilizar los trabajos. Desde el MOPC estiman que la adjudicación se concretará antes de que termine el año y que los operativos finalizarán a tiempo, para que salgan por esta vía los productos agrícolas de la campaña 2021-2022.
Campaña de Soja 2021/2022
Capeco también sostiene en su informe que la siembra de soja correspondiente a la campaña 2021/2022 comenzó relativamente bien a pesar de que, al arrancar, en algunas zonas del país se registraron problemas de granizadas que obligaron a agricultores a resembrar en distintos terrenos.
Así también, hubo otras zonas que sufrieron estrés por falta de humedad, situación que sigue hasta la actualidad, inclusive empeorando por falta de lluvias generales.
Según la Capeco, al 21 de diciembre de 2021, en el norte del país hay parcelas amarillándose por estrés hídrico, e incluso ya han perdido potencial de rendimiento, “que es aún difícil de cuantificar, pero no es menor”, advierte.
“Podría mencionarse que la soja está en ´terapia`, esperando una buena lluvia que le ayude a recuperarse. De no llover lo suficiente en los días que restan de diciembre, el panorama sería, lastimosamente, pesimista. Muchas parcelas llevan más de 20 o 25 días sin recibir agua, y esto se agrava en los suelos arenosos y sin buena cobertura”, advierten.
Zafra 2020/2021
La Capeco resalta también que la soja correspondiente a la zafra 2020/21 se caracterizó por las siembras tardías por falta de lluvia. La siembra empezó hacia el sur y fue avanzando hacia el norte.
En muchos casos, comparando al año pasado (2020-2021) con este año (2021-2022) hay diferencia de siembra de un mes (un mes antes vino la lluvia este año). Las sojas tempraneras sufrieron fuertemente por la sequía y obtuvieron los rendimientos más bajos de la zafra, ya que no hubo mucha soja tempranera, solo en Alto Paraná, Misiones e Itapúa.
La estimación inicial de los productores para la campaña 2021/2022 era superar las 10 millones de toneladas de producción por tercer año consecutivo. Sin embargo, desde hace unas semanas vienen advirtiendo que si no se registran lluvias, se podría tener una gran pérdida.