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26 de abril de 2024

Panorama 2022: La activación de los motores desde el sector privado y recuperación plena de los servicios

El agro y las obras públicas están dando paso a la construcción privada y el sector de comercio y servicios para impulsar el crecimiento del país, a medida que avanza la superación de los efectos de la pandemia.

El presidente del BCP, José Cantero, analizó así el comportamiento de los sectores, en la actualización de las perspectivas. La vacunación anti-COVID sigue siendo vital para sostener el optimismo, según el ministro de Hacienda.

ANÁLISIS

A medida que avanzamos en el arranque de esta nueva década, los sectores económicos se van alternando para tomar protagonismo en el crecimiento de nuestro país. 

El estallido de la pandemia de COVID-19 y la disposición de confinamiento de la población llevó a que la producción en el campo y las obras públicas contrarrestaran los inevitables efectos que se venían para actividades como el comercio y los servicios. 

En consecuencia, el producto interno bruto (PIB) de Paraguay sufrió una caída de 0,8% en el 2020, mucho menos profunda que la observada en otros países de la región.  

Ya en el 2021, con la reapertura de las actividades económicas propiciada por el avance de la vacunación y el descenso de los contagios en la segunda mitad del año, el impulso está migrando hacia las construcciones privadas y el comercio, mientras que para el 2022 se espera una reactivación ya plena de los servicios.   

Estas fueron las reflexiones que compartió José Cantero, presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), al exponer detalles sobre la actualización de las perspectivas económicas oficiales del país.

Agregó que en el consumo y la inversión se da el mismo fenómeno, y recordó que los choques externos -que marcaron el desempeño económico de los últimos años- se convirtieron en el camino a transitar y probablemente el del 2022 provendrá de los ajustes de tasas de interés en Estados Unidos. 

La contención de la pandemia

En el 2019, la sequía vertía sus efectos en los resultados de una de las actividades más tradicionales de nuestro país, pero también de las más acostumbradas a los vaivenes: la agricultura. 

Este sector cerraba aquel año con una contracción de 4,4%, en un contexto de también menores precios internacionales de los productos y luego de tres ejercicios consecutivos de expansión -de entre 2,3% y 6,4%-.

Con la llegada de la pandemia, la agricultura no atravesó por grandes inconvenientes -debido a su naturaleza de escasa concentración de personas en las tareas de producción- y logró un crecimiento de 9% de su producto interno bruto (PIB) en el 2020

En el 2021, la producción agrícola volvió a resentirse y el BCP espera que el rubro experimente una disminución de 8%, a pesar de la importante suba en los precios que exhibieron los commodities en el marco de la recuperación económica mundial. 

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“El motor agrícola tiene un año bueno, pero con una retracción en comparación con el año pasado”, sostuvo al respecto el titular de la banca matriz.

Mencionó también el caso de la ganadería, que de esperar que cierre el 2021 con un crecimiento de 11,5% según las proyecciones publicadas en septiembre pasado, el BCP prevé ahora un crecimiento de solo 6%. Este sector también fue de los más pujantes en el 2020

El otro motor durante la pandemia fue la obra pública, que llevó a las construcciones a un incremento de 9% de su PIB el año pasado. Cantero explicó que aquí se implementó una política fiscal contracíclica que generó un efecto multiplicador importante, pero que en los tiempos actuales está recibiendo más fuerza desde el sector privado debido a la moderación y convergencia de la posición fiscal.

El PIB de la construcción fue el que más creció en el 2020, a un ritmo de 10,5%, y continúa con un dinamismo importante (de 13,5%) en el 2021. 

Los servicios gubernamentales, por su parte, están modificando su trayectoria: de un crecimiento de 6,4% en 2020, pasan a una contracción estimada en 2,5% durante el presente año. 

Los motores de la recuperación

En tiempos de reanudación de las actividades y el tránsito hacia una mayor normalidad en los distintos aspectos de la vida cotidiana, los impulsores del crecimiento económico van cambiando.  

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Tras haber sufrido un retroceso de 7,7% en el 2020, que siguió a un difícil 2019 que ya había dejado una merma de 1,6%, el comercio se perfila para cerrar el 2021 como el segmento con mayor crecimiento en nuestra economía, a través de una variación de 14%. 

Esto se traslada a casi todos los servicios, que en su conjunto vienen anotando un crecimiento esperado de 7,1% en el presente año, en repunte desde la reducción de 3,1% del año anterior. 

En el terreno de las industrias, las manufacturas de origen agrícola -como el aceitero- habían acompañado al agro en el dinamismo del 2020, pero en el 2021 ya todo el sector está con un desempeño favorable, según las observaciones de José Cantero. 

Tal es así que el PIB manufacturero superó los últimos dos años consecutivos de caída de 1,2% en cada ocasión, para anotar un crecimiento estimado en 7,2% para el 2021    

«El grueso de la economía, principalmente los motores del sector privado, se están activando. En el complejo manufacturero están prácticamente todos con números positivos y los servicios, convergiendo al nivel pre-pandemia».

José Cantero, presidente del BCP. 

Desde el enfoque de la demanda, reconoció que el consumo privado está en sintonía con el optimismo del consumidor del sector privado y en lo que respecta a las inversiones, la construcción y manufacturas constituyen los principales motores

El mencionado comportamiento de los distintos sectores económicos aparentemente continuará en el 2022: se espera una expansión de 1,6% en el sector primario (agropecuario); de 3,5% en el secundario (industria) y de 4,3% en el terciario (comercio y servicios), de acuerdo con las proyecciones del BCP.

Compromiso colectivo

El ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, reconoció por su parte que los desafíos para consolidar la recuperación económica del país consisten en la convergencia fiscal, luego del fuerte gasto que se debió efectuar para enfrentar a la pandemia; ajustar la inversión pública para generar una mayor participación del sector privado y seguir avanzando en la vacunación contra el COVID-19

Recalcó que un factor sumamente importante para que hoy estemos con números positivos en materia económica fue el avance en el proceso de vacunación, porque hacia mediados de año se dio un quiebre importante en relación con la cantidad de personas inmunizadas. 

No obstante, advirtió que aparentemente se llegó a un techo y si bien es cierto que se cuenta con un 50% de la población vacunada por lo menos con una dosis, se observa que estamos aún por debajo de niveles que han alcanzado otros países.

“Es sumamente importante que continuemos avanzando en este proceso de vacunación de la población de manera que, ante posibles choques que podamos tener de nuestras variantes, que ya lo estamos viendo en otros países, la población pueda estar preparada y pueda mitigar el impacto que eso puede generar en materia sanitaria y, como todos sabemos, eso necesariamente tiene repercusiones en materia económica”, expresó el ministro. 

“Hoy las vacunas no son un inconveniente, así que tenemos que ayudar desde todos los sectores para seguir fortaleciendo este proceso de vacunación de la población”.

Óscar Llamosas, ministro de Hacienda. 

“Los obstáculos son el camino”

En otro momento de su alocución, José Cantero se refirió a la reflexión del emperador romano Marco Aurelio respecto a que el impedimento a la acción posibilita la acción. Esto significa que el obstáculo no es una piedra en el camino, sino que es el camino, en palabras del presidente del Central. 

Esta forma de leer los acontecimientos la utilizó para recordar todos los choques externos que tuvo nuestro país en estos años: los choques de sequía en 2009, 2012 y 2019, los brotes de aftosa, inundaciones en el 2014, caída de precios de la soja  en el 2015, el COVID y su impacto en 2020 y 2021, así como los “coletazos” de esta enfermedad.

“Al ver nuestro transitar reciente, nuestro camino siempre fue el obstáculo”, aseveró.

Advirtió que el choque del año que viene probablemente sea el aumento de tasas de interés de los Estados Unidos, “pero vemos que esa información ya está en los mercados y probablemente no tenga el efecto inicialmente esperado. Estas olas externas estarán siempre presentes”, recalcó. 

“Lo que está bajo nuestro control es en gran parte seguir garantizando la estabilidad macroeconómica, que este consenso social tan importante se afiance y sea perdurable”, añadió.

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