La cotización del dólar se encuentra entre las variables más difíciles de predecir debido a la multitud de factores que intervienen en su comportamiento y provienen tanto de fenómenos domésticos como foráneos.
El camino que recorre este indicador influye de manera importante en diferentes aspectos de la economía y los negocios: los precios de la canasta básica, los resultados del comercio exterior y, al fin de cuentas, el valor de nuestra moneda.
Un contrato de futuros es un acuerdo para comprar o vender un activo en una
fecha específica en el futuro a un precio determinado, según nos explica la Bolsa de Valores de Asunción (BVA) en la presentación de su producto Futuro de Divisas.
Generalmente, estos contratos son denominados acordes con su mes de entrega y, en el caso de los futuros de divisa, este activo subyacente es una moneda extranjera. En nuestro mercado bursátil, los contratos de futuros Guaraníes – Dólares se negocian en la BVA, a través de las Casas de Bolsa, o en forma directa, en caso de cumplir con los requisitos necesarios.
Este año, la BVA introdujo novedades en los parámetros de negociación establecidos para las operaciones de futuro de divisas:
- Se habilitan contratos de hasta 12 meses para la operación de dólares americanos futuros.
- Los porcentajes de márgenes iniciales a integrar por cada contrato abierto, establecidos según el plazo, se fijan en un 3% para el primer mes y 0,50% adicional para cada mes posterior.
- El monto fijo de guaraníes por dólar a integrar será calculado al tipo de cambio Spot del primer día hábil del mes
- Se reajustan nuevos valores de aforo, detallados según los instrumentos y plazos de los títulos a integrar en garantía.
La comunicación a todas las Casas de Bolsa y Comisión Nacional de Valores (CNV) se efectuó en junio pasado y las modificaciones fueron evaluadas con el objetivo de establecer mejores condiciones y aplicaciones de normas operativas que puedan generar un dinamismo adicional para el Producto de Futuros, según precisó la BVA.
La entidad espera que, atendiendo a las recomendaciones escuchadas desde las Casas de Bolsa, estos nuevos parámetros permitan constituir al producto de Futuro PYG-USD como una herramienta eficiente para el mercado bursátil.
Fernando Gil, gerente comercial de la BVA, comenta los alcances de estos ajustes que efectuaron a la reglamentación de los futuros de divisas y la importancia de utilizar este producto en la planificación de los negocios.
– Hay novedades en cuánto al reglamento de utilización del futuro de divisas en la Bolsa de Valores ¿En qué consisten?
Mucho con la perspectiva de lo que va necesitando el mercado y nosotros, desde la Bolsa de Valores, queriendo acompañar lo que es un ciclo económico y haciendo productos un poco más accesibles para lo que se necesita realmente del lado de los usuarios de los instrumentos. Vimos que el producto de futuros, a lo largo del año, todavía no estaba generando mucha atracción como instrumento de cobertura. Entonces, nos empezamos a preguntar cuáles serían los mejores candidatos para la utilización de una cobertura contra el tipo de cambio; siempre tenemos las empresas del agro, que siempre están muy interesadas, las empresas importadoras y exportadoras también.
Entonces, empezamos a estructurar un conjunto de cambios que van desde una actualización en los montos de garantía que se tienen que establecer, que van mucho también en los plazos, creo que el tema de los plazos fue un cambio clave para promover y empezar a promover por sobre todo la utilización del instrumento de futuros. La idea de esto siempre es ir acompañando e ir sintiendo al mercado, qué es lo que va a necesitando.
A comienzo del año empezamos a hacer una evaluación y, después de varios meses conversando con los diferentes actores, sí nos comentaron y establecimos un plazo, que en su momento solo había contratos de futuros para establecer cobertura hasta cuatro meses. Entonces, veíamos que con un tipo de cambio bastante estable como tenemos en el país, cuatro meses era muy poco realmente para que los actores y los protagonistas de los diferentes sectores pudieran realmente establecer un contrato de futuros como lo permitiría el instrumento, pero con muy poco plazo de cobertura, generalmente no tenemos tanta volatilidad en el mercado como para necesitar cubrir a tan poco plazo.
Entonces, lo que establecimos en primer momento es pasar el plazo de futuros disponibles del mercado hasta 12 meses, donde sí ya vemos que podría haber mucho mayor interés de los actores en generar una previsibilidad sobre todo del valor al que van a comprar el dólar, que es importante; sobre todo los actores del agro, que a partir del segundo semestre del año, entre agosto y septiembre, empiezan lo que son las cosechas y la planificación de la cosecha de soja para el año siguiente, para entre los meses de febrero y marzo salir a vender. Obviamente el impacto que tendría una volatilidad muy grande del tipo de cambio para arriba o para abajo, dependiendo si uno está vendiendo o comprando, tiene su riesgo y, entonces, se podrían establecer tranquilamente contratos de futuros para disminuir la volatilidad y generar previsibilidad, que es lo que en realidad los tomadores de decisiones necesitan en el largo plazo para tomar las decisiones correctas.
– En el caso de los importadores, ¿también tienen esta estacionalidad en cuanto al momento en el que suelen acudir a demandar más divisas?
No, en realidad depende mucho del sector en el que estén trabajando cada uno de los importadores, pero de vuelta, creo que cuando uno trabaja en un esquema de comercio internacional, los plazos obviamente de pagos suelen ser un poco más de maturity, una duración mayor a lo que es un pago local. Entonces, podrían de igual manera utilizar lo que es la cobertura en un plazo de uno hasta doce meses de un tipo de cambio ya estable, y realizar tranquilamente un promedio de utilización de caja o de flujo de dinero en dólares y ya establecer contratos de acá a seis meses u ocho meses por el valor que sabe que ya utiliza más o menos todos los meses.
– Teniendo en cuenta que el Banco Central de Paraguay no fija una tendencia en el tipo de cambio, sino que lo deja fluctuar de acuerdo a sus fundamentos, ¿esta cobertura del tipo de cambio adquiere todavía más importancia?
Por supuesto, yo creo que sí y, obviamente el escenario local tiene un nivel de protagonismo hasta cierto punto, también tenemos que saber que estamos inmersos en un mundo cada vez más globalizado. Entonces, el escenario internacional también termina afectando obviamente lo que es el tipo de cambio local. Si bien tenemos una cotización del dólar acá libre, es una cotización como se suele denominar “sucia”, donde el Banco Central interviene para cortar los picos, pero todo el valor del mercado realmente refleja un conjunto de escenarios tanto locales como internacionales. En ese sentido vemos algo muy importante, las tasas continúan altas a nivel internacional, en Estados Unidos también continúan altas y no hay tampoco mucha previsión acerca de cómo van a evolucionar las tasas en Estados Unidos.
Entonces, mientras esas tasas sigan altas, obviamente el escenario es de que genere cierta migración de la cantidad de dólares total a nivel mundial hacia Estados Unidos, por ser un mercado obviamente a riesgo cero con esa tasa de referencia. Aparte, no olvidemos que nosotros tenemos una canasta básica con aproximadamente un tercio de productos importados, también tenemos que considerar que los productos importados tienen un componente muy volátil y con mucha incidencia dentro de lo que es nuestra canasta de consumo básico. Entonces, nos genera de vuelta un impacto a nivel inflacionario; si bien acá se está estabilizando, obviamente que el tipo de cambio tenga fluctuaciones también termina impactando en el nivel de precios localmente.
– Entonces, ¿cubrirse contra las variaciones del dólar no solo es beneficioso para la empresa que está tomando la cobertura, sino para toda la economía en realidad, porque se estarían trasladando menos los efectos de estas volatilidades?
Claro, en realidad es un efecto agregado: las empresas, al tener mayor previsibilidad, pueden tomar mejores decisiones y ya pueden establecer hoy el precio al cual van a estar transaccionado el dólar en marzo, o hasta en diciembre del año que viene. Eso le genera a la empresa, por un lado, una situación cómoda acerca de las decisiones que va tomando, porque básicamente ya sabe qué flujo de caja va a disponer o no de acá a doce meses, si así lo necesitara, y está un poco menos impactado por el conjunto de acciones y de shocks de los mercados, tanto locales como internacionales.
Dentro del uso del instrumento de futuros en particular, a nivel internacional sobre todo, existen los especuladores que trabajan contra el tipo de cambio, especuladores en un sentido puro y duro de trading en el mercado internacional, no en el mal sentido de la palabra, pero localmente no tenemos todavía. De hecho, tenemos muy pocas posiciones puestas en lo que es el instrumento de futuros, no se está todavía utilizando todavía tanto, ni siquiera para coberturas, así que nosotros vemos que en la evolución del mercado, eventualmente podríamos tener traders que estén haciendo especulaciones acerca de la varianza, pero hoy en día estamos muy en pañales todavía en el instrumento de futuros localmente como para generar una preocupación ante la posibilidad de un especulador poniendo un contrato en particular.
– ¿Cuál es la diferencia entre el futuro de divisas que tiene el mercado bursátil frente al que se tiene en el sector bancario, que también tiene sus instrumentos de forward?
El forward, como decís, del banco, siempre es un contrato entre partes independientes, es decir, yo cierro un contrato contigo de a qué precio te voy a comprar o vender dólares de acá a un cierto plazo. Dentro de lo que es el mercado de futuros, el mercado bursátil es un mercado abierto, donde acuden todas las empresas que quieran comprar o vender dólares para poner sus contratos justamente y sus intenciones de compra y de venta de cantidad de dólares, es un mercado regulado por la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Otro punto muy importante es que se establecen márgenes de garantía, es decir, para poner un contrato de USD 1.000 o de USD 100.000, uno tiene que depositar una garantía; entonces, con eso lo que se lleva la contraparte es un porcentaje de garantía de que la operación se va a cerrar. Las conciliaciones se hacen diariamente, uno va recibiendo las diferencias versus la cotización a nivel diario; entonces, en el agregado, al final del periodo uno ya fue cobrando a lo largo de los plazos todas las diferencias del tipo de cambio. En el forward uno no sabe si va a cumplir o no hasta que llega el día del vencimiento, eso también genera un marco mucho más previsible para los que van tomando este instrumento como un instrumento cobertura.
– ¿Cómo se está dando la participación de las casas de bolsas? ¿Cómo están operando? ¿Qué tanto están interesadas en desarrollar este producto?
A nivel comercial, sobre todo, las casas de bolsa están haciendo los ejercicios comerciales obviamente con las empresas que necesitan generar este tipo de coberturas. Hoy en día existe una sola casa de bolsa que está teniendo posturas dentro de lo que es el mercado, tiene prácticamente el 100% del volumen operado de futuros, pero bueno, las demás también están haciendo sus esfuerzos en empezar a colocar y empezar a tratar de ubicar el instrumento de cobertura con sus clientes. Nosotros creemos que le hace falta todavía al mercado un nivel de madurez, sobre todo al público en general, que entienda cuál es el esquema de coberturas, que le da la seguridad al mercado y que sigamos evolucionando dentro de lo que es el volumen y el conjunto de instrumentos disponibles en el mercado de valores.
– ¿Y el costo cómo está, para las empresas? ¿Cuánto cuesta cubrirse?
Hoy en día, el 10% del monto que uno quiere fijar como contrato tiene que dejar como garantía, esa garantía puede estar establecida en efectivo o puede estar establecido en títulos también. Entonces, a la empresa le genera un alto incentivo porque puede tener un CDA (Certificado de depósito de ahorro), puede tener un bono de alguna entidad financiera, algún bono de alguna otra empresa, que puede dejarlo como garantía y eso directamente ya se toma como una autorización obviamente hasta el monto disponible, considerando que tienen que dejar siempre el 10% del valor del contrato. No es un requerimiento tener un título, pero las empresas que ya están operando también podrían hacer o pueden sumarse nuevas empresas y establecer garantías en efectivo, sin ningún tipo de problemas.
Especificaciones y límites operativos
Con el objetivo de evitar que excesos especulativos ocasionen variaciones importantes en el precio, la BVA establece los límites tanto de los movimientos diarios de precios como de las posiciones abiertas por participante.
Los márgenes y diferencias constituyen las garantías establecidas por la Bolsa en la cual se negocian los contratos. Los márgenes consisten en el depósito inicial de una operación previamente establecida por la Bolsa, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de las diferencias diarias. Las diferencias diarias son las diferencias que surgen entre el precio de ajuste del día anterior de cada posición abierta y el respectivo precio de ajuste diario.
En el producto de futuro de divisas podemos identificar tres categorías generales de negociantes: coberturistas, especuladores y arbitrajistas.
- Los coberturistas usan los contratos de futuros, para reducir el riesgo al que se enfrentan por la incertidumbre en los cambios futuros en una variable de mercado.
- Los especuladores los utilizan para apostar sobre la dirección futura de una variable de mercado.
- Los arbitrajistas aprovechan las discrepancias entre precios de dos mercados diferentes.