Paraguay está implementando una agenda de reformas muy fuertes que permiten avanzar hacia el fortalecimiento de la institucionalidad, un punto de partida clave para lograr el crecimiento de la productividad y de la economía del país en el mediano y largo plazo.
Arturo Galindo, economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en entrevista con MarketData para su edición Open Week, aseguró que otro tema importante es la estabilidad macroeconómica, así como la profundización del sistema financiero.
Sobre el punto, remarcó que nuestro país enfrenta varios desafíos que limitan su crecimiento, como la falta de infraestructura para la integración regional, una matriz productiva centrada en pocos productos básicos y la calidad de la educación y capital humano.
Desde el año 1961 Paraguay mantiene una sólida relación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El organismo internacional es el principal socio de desarrollo del país, y contribuye en áreas clave como infraestructura, energía limpia y gobernanza.
En ese sentido, Arturo Galindo, economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en entrevista exclusiva con MarketData, para su edición Open Week, aseguró que Paraguay enfrenta desafíos estructurales como la falta de infraestructura y la concentración productiva en pocos mercados, además de la baja productividad.
Por otro lado, resaltó que a pesar de que el sistema financiero viene mejorando en los últimos años, sigue por debajo del nivel de economías de países avanzados. También mencionó que la baja calidad educativa y la productividad limitan el crecimiento económico del país.
Sin embargo, valoró las recientes reformas impulsadas por el gobierno para alcanzar la estabilidad macroeconómica que permite ofrecer una base sólida para el futuro del país.
- ¿Cómo evalúa la relación histórica entre el BID y Paraguay en términos de proyectos y financiamiento para el desarrollo económico?
La relación entre Paraguay y el BID es muy fuerte, empezó en el año 1961 con un par de créditos, uno para el sector agrícola y otro para el desarrollo de lo que es hoy Ciudad del Este y desde ese momento, la relación viene creciendo.
Actualmente, somos el principal socio de desarrollo de Paraguay. De la deuda pública que tiene el país con organismos multilaterales y que ronda los USD 7.600 millones, cerca de la mitad es con el BID. Tenemos préstamos activos por el orden de USD 2.600 millones en más de 35 préstamos.
El banco contribuye a cerrar brechas de desarrollo en el país en diversas áreas como infraestructura, desarrollo productivos, institucionales, fiscales y otros, por lo que la relación es bastante fuerte.
- ¿Cómo está apoyando el BID a Paraguay en su transición hacia una economía más sostenible y en la promoción de energías limpias?
Existe una agenda que incluye temas para ayudar al país a financiar y planificar la transición energética y temas de saneamiento.
De hecho, la agenda está bastante asociada con las reformas que el gobierno está llevando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que incluyen el fortalecimiento de la gobernanza en las entidades públicas para fortalecer la expansión de los servicios de saneamiento y transición energética pensando también en la adopción de energías alternativas como el hidrógeno verde.
Hay un acompañamiento muy fuerte en estos temas que buscan disminuir el cambio climático y fortalecer la resiliencia de los países frente a estos fenómenos.
- En el reciente informe sobre estabilidad macroeconómica para el crecimiento se menciona el reto de la baja productividad en la región ¿Cuáles son las principales barreras que hoy día se encuentran para mejorar la productividad?
Son muchas las barreras identificadas y no solo en la productividad laboral, sino también en la de todos los factores productivos, actualmente esto es una gran limitante para América Latina y el Caribe para crecer.
Uno puede pensar en el crecimiento económico como la combinación de varias cosas: cómo incorporar factores de producción, capital y trabajo; pero lo que es importante también es la manera en que se optimiza el uso de estos factores, y eso es lo que llamamos productividad.
Lo que nos muestra la historia es que el crecimiento de la productividad es lo que guía el crecimiento a largo plazo de la gran mayoría de los países del mundo. Por ejemplo, en las últimas seis décadas, el incremento de la productividad en ALC fue nulo, en comparación a las economías que más crecen en Asia, donde el promedio de la productividad va en orden del 2,3% o de los países avanzados de nuestra región que alcanzan el 1,5%.
En el caso específico de Paraguay, en los últimos 60 años, la productividad creció cerca del 0,6%, una cifra bastante baja. La región es tan heterogénea, lo que explica que factores como la deficiencia de capital humano, mercados financieros poco profundos, desajustes en algunas instituciones clave, desórdenes macroeconómicos y más, que varían mucho de un país a otro.
- Sobre el punto ¿Cuál es la principal barrera en Paraguay?
En este ámbito son muchos los factores, pero algunos de los más notorios en Paraguay es la poca infraestructura que ayude a fomentar la integración regional con una gran cantidad de mercado. Esto hace que el país deba concentrar su actividad exportadora en muy pocos países, el 60% de las exportaciones de Paraguay va a dos países, Brasil y Argentina.
Por otro lado, se observa que la matriz productiva está muy concentrada en pocos productos básicos, por lo que hay que buscar la manera de diversificar esta matriz e ingresar a sectores que tengan más valor agregado y que ayuden a crecer y fortalecer los sistemas financieros.
Anteriormente, Paraguay contaba con un sistema financiero más pequeño que el promedio de ALC y hasta apenas unos años, logró superar ese promedio. Sin embargo, está muy lejos de alcanzar la profundidad que tienen las economías avanzadas en términos de números.
Hoy en día la forma de medir el alcance de los mercados financieros es mirando la cantidad de crédito que ofrece el sistema al sector privado como porcentaje del Producto Interno Bruto (BID), en Paraguay esto es cercano al 50%, que hoy en día es más alto que el promedio de América Latina, pero que todavía es significativamente más bajo que el mundo avanzado donde este promedio está en orden del 140% a 150%.
Otro factor que limita el crecimiento de Paraguay tiene que ver con la calidad de la educación. Si uno mira las pruebas PISA que son los estándares que miden el rendimiento académico de los estudiantes, en asignaturas como matemáticas, lectura y habilidades cognitivas, lo que uno ve es que América Latina está muy rezagada con respecto al mundo avanzado, pero Paraguay tienen más rezago que el promedio regional.
Entonces, concluímos en que hay temas de capital humano, de crecimiento de la productividad y de infraestructura que limitan el crecimiento productivo del país.
- ¿Cuál podría ser una estrategia efectiva para superar estos desafíos?
Las estrategias dependen mucho de cada país en específico, porque cada uno tiene algo que lo aprieta de manera diferente a los demás.
En Paraguay, vimos cosas muy interesantes en el último año, como una agenda muy fuerte de reformas implementadas por el gobierno de Santiago Peña, que está ayudando a fortalecer la institucionalidad del país, un punto de partida importante para lograr el crecimiento de la productividad y del país en el mediano y largo plazo.
Otro tema muy notorio en Paraguay es el fortalecimiento de la estabilidad macroeconómica. En este momento, es el país que más crece en América Latina y el Caribe, lo que va relacionado con el logro de estabilizar la parte monetaria como el déficit fiscal, pilares bastante importantes que tiene Paraguay.
En adelante hay que construir sobre estas bases, pensando en mejorar la infraestructura que ayude a comerciar e integrarse más en los mercados financieros, atraer más inversión extranjera, que si bien el flujo viene aumentando, los niveles de IED siguen siendo bajos en comparación a países de la región.
- Con la disminución de las presiones inflacionarias y la reducción de tasas de interés, ¿cómo espera el BID que esto impacte las economías de Latam y Paraguay en el corto y mediano plazo?
Cuando se dio el brote inflacionario a nivel global en el año 2021, empezaron a subir las tasas de interés para controlar la inflación. Cuando las tasas de política monetaria subieron en EEUU, parte de ese aumento se trasladó a tasas de largo plazo, como las de los bonos del tesoro del país norteamericano que son tasas de referencia para establecer los precios de la deuda de prácticamente todos los países del mundo.
Entonces, cuando estas subieron, también lo hizo el costo del endeudamiento para América Latina, Asia y el resto del mundo. Cuando bajen las tasas de interés, algo que todos los mercados están previendo, esto va a contribuir a que disminuya el costo de financiamiento, lo cual va a liberar espacio fiscal y ayudará a la consolidación de muchos países, además de liberar recursos públicos que pueden estar direccionados a otras actividades para fortalecer el crecimiento de la productividad.
Por otro lado, una de las consecuencias que puede tener la baja de la tasa de interés en EEUU, es que mejoren los diferenciales de rentabilidad sobre las inversiones financieras, en favor de los países de nuestra región. Eso puede ayudar a que ese ahorro externo del cual necesitamos para crecer más, fluya hacia nuestros países.
- Considerando la importancia de la seguridad alimentaria en el contexto global, ¿qué oportunidades tiene Paraguay para ser un actor clave en este aspecto?
Lo que vemos es que a nivel global existe una gran demanda de productos alimenticios y cada vez que hay disrupciones en el mundo, como la guerra de Rusia y Ucrania, aumenta el interés en qué es lo que tiene Latinoamérica por ofrecer.
Como bien sabemos, Ucrania es un gran productor de alimentos, que también se producen en esta parte del mundo. Debido a la guerra, Ucrania, Bielorrusia y otros países exportadores que tuvieron sanciones, frenaron el suministro de alimentos, por lo que el mundo empezó a mirar a la región para ver si podíamos suplir los espacios dejados por dichos mercados.
Entonces vimos que existe un potencial bastante importante y lo mostramos en un informe reciente del BID, pero la región no pudo responder rápidamente, debido a que muchos de los países no tienen la capacidad para integrarse a los mercados de bienes globales.
Esto tiene que ver con temas de infraestructura vial, logística y portuaria, de paso de frontera. Creo que la región todavía debe hacer un gran esfuerzo para mejorar lo que se necesita, para integrarnos a los mercados internacionales y suplir las demandas mundiales.
Adicionalmente debemos mejorar la productividad, que es un tema que no solo tiene que ver con la manufactura, sino también con la industria alimentaria, entonces la región debe pensar en importar o desarrollar una cantidad de tecnología que permita mejorar en este aspecto, y ganar participación en los mercados globales.
- En términos estructurales ¿Cuáles considera que son los mayores desafíos que enfrenta Paraguay para asegurar un crecimiento sostenido en los próximos años?
Cuando hablamos de cuestiones estructurales, en el corto plazo el país está haciendo lo necesario, fortaleciendo su macroeconomía y cuentas fiscales, y lo está haciendo muy bien.
De hecho, Paraguay va a terminar el año con uno de los déficits fiscales más bajos de ALC, el promedio proyectado para la región al cierre del 2024 es cercano al 5% del PIB. En Paraguay este número será del 2,6%, y hay una trayectoria para volver al 1,5% que es el nivel tolerable de la regla fiscal.
En el corto plazo se está haciendo lo que se debe, hay una cantidad importante de reformas institucionales que son muy importantes para generar buen ambiente de negocios y atraer capital extranjero.
Persisten, sin embargo, los temas de más largo plazo como los de infraestructura y capital humano que de todas maneras, para solucionarlos, se necesita la base de la estabilidad macro y la del fortalecimiento institucional.
Desde el BID, trabajaremos con Paraguay en tres grandes dimensiones que tienen que ver con el fortalecimiento del aparato productivo, tratando de diversificar la matriz productiva, la integración regional y global, mediante el desarrollo de infraestructura requerida para comerciar y en el marco regulatorio.
Así mismo, vamos a trabajar en temas de capital humano, principalmente en salud, vivienda, y sistema previsionales, para fortalecer las finanzas públicas. Finalmente, también seguiremos trabajando en sostenibilidad ambiental y lo que tiene que ver con la transición energética y el acceso a servicios de saneamiento.
- Respecto al grado de inversión ¿Qué proyección tiene el BID y cómo ayudará desde su visión, al crecimiento del país?
Desde el banco extendemos nuestras felicitaciones al país por haber logrado este paso tan importante, esto tendrá consecuencias de largo plazo que son muy favorables.
Es más, si miramos las tendencias recientes de las tasas de interés de Paraguay y de las tasas de interés de la deuda pública de Paraguay con respecto a las del resto de América Latina y el Caribe, se ve que van en dirección opuesta.
En los últimos meses, para el país promedio de ALC, el costo de financiamiento ha aumentado y hay un aumento en las percepciones de riesgo en muchos de los países, en Paraguay pasa justo lo contrario, va para abajo y eso es muy importante.
Ayuda a que los mercados financieros crezcan, que aumente la confianza en el país, que venga la inversión, en temas sociales contribuye a que se desarrollen diferentes tipos de créditos más asequibles para las diferentes poblaciones. Además, de impulsar créditos a pymes, a la vivienda y más.
Creo que esa confianza que están viendo los mercados en Paraguay es la misma que vemos nosotros, dado el fortalecimiento de todo este marco macroeconómico e institucional del país.