Así como las familias y las empresas deben adaptarse al modo COVID de administrar sus recursos, el Estado también se ve obligado a replantear la forma en que venía manejando sus ingresos y sus gastos, a fin de evitar que el deterioro de las cuentas fiscales llegue a niveles insostenibles y amenace a la estabilidad del país.
Viviana Casco, directora de Política Macrofiscal del Ministerio de Hacienda, conversó con MarketData sobre estos temas y brindó detalles sobre lo que fue la elaboración del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2021.
Reconoció que tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo deben demostrar, a través de esta planificación, qué tan responsables están dispuestos a ser frente a la ciudadanía y la comunidad internacional. Relató también las opciones que están manejando para incrementar los ingresos y reducir los gastos, en un escenario que prevé una reactivación económica gradual y con reglas que deben ir madurando.
El PGN 2021 es un documento clave para definir el rumbo que tomará la economía paraguaya en los tiempos post-pandemia y fue recientemente entregado al Congreso Nacional, para su tratamiento.
– ¿Qué características tendrá el PGN 2021 y cómo absorberá los efectos de la pandemia de COVID-19?
El Presupuesto del año que viene va a ser un presupuesto bastante austero, mirando ciertos datos. Por ejemplo, cuando vemos la estimación de recaudación para este año, estimamos que estaríamos en los mismos niveles de recaudación del 2017, prácticamente nuestra economía se va a ir al 2017 en términos de recaudación tributaria, tanto de la SET (Subsecretaría de Estado de Tributación) como de (la Dirección Nacional de) Aduanas; entonces, la base para nuestro Presupuesto va a ser muy baja. Trabajamos en un Presupuesto inferior al que tenemos este año y eso también va a afectar probablemente a las expectativas, pero es lo que tenemos que hacer; no podemos irnos con una estimación para el año que viene muy optimista y que después tengamos que hacer ajustes drásticos. La inversión pública está creciendo; ahora va a entrar en un nivel donde la inversión pública, como creció mucho el año pasado en el segundo semestre, ahora va a crecer ya menos de lo que creció en el primer semestre, va a tener un comportamiento un poco más estable, también bajo el entendimiento de que estamos haciendo cierta reestructuración dentro del gasto, tratando de darle prioridad a aquellos programas sociales que la ciudadanía hoy necesita para salir adelante.
– ¿Qué tipo de mensaje se pretende transmitir con la elaboración del PGN 2021?
Va a ser un desafío para nosotros, como Ministerio de Hacienda y como Gobierno, no solamente desde el Poder Ejecutivo sino también desde el Poder Legislativo, y creo que nuestra prueba de fuego va a ser el Presupuesto 2021: le tenemos que mostrar a la ciudadanía, y no solamente a la ciudadanía local sino que al mundo entero, que somos responsables y que lo vamos a seguir siendo a lo largo de este tiempo, y vamos a ir convergiendo hacia un déficit fiscal sostenible, porque la política fiscal se basa mucho en la credibilidad que se tenga. Este déficit fiscal que este año tenemos (estimado en alrededor de 7% del PIB para el cierre del ejercicio anual) se financia la mayor parte con deuda, pero hoy estamos financiando gastos corrientes con deuda; nuestra regla de oro, la Ley de Administración Financiera, no nos permite hacer eso, en condiciones normales no lo podríamos hacer. Automáticamente, el déficit del año que viene tiene que disminuir, considerando que no vamos a tener los recursos para poder financiar ya gastos corrientes con deuda, no vamos a tener la autorización para hacerlo.
“Tenemos que mostrar, no solamente a la ciudadanía local sino al mundo entero, que somos responsables y que lo vamos a seguir siendo. La política fiscal se basa mucho en la credibilidad”.
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– ¿Cómo arrancó el segundo semestre del 2020, en términos económicos, y qué perspectivas se tienen para el desempeño del próximo año?
El sector terciario, de servicios, es el que está bastante afectado por esta situación (de pandemia). En los años anteriores, cuando teníamos una caída importante del crecimiento, generalmente se daba en el sector primario (agricultura y ganadería), en la historia reciente no tenemos este tipo de situaciones. Cuando el sector primario cae en un año, siempre esperamos un efecto rebote considerable para el año que viene; eso no va a pasar: si bien vamos a tener un crecimiento, estimamos desde el Ministerio de Hacienda de 4,5% a 5% para el año que viene, no se va a dar ese efecto rebote que se da cuando es el sector primario el que está siendo afectado, porque esta va a ser una situación casi estructural. Se están cerrando empresas, se están cerrando comercios y eso, para que vuelva a reabrir, va a reinventarse, va a tardar un poco más. En el Ministerio de Hacienda estamos trabajando en una proyección de cierre bastante prudente que va a tener su efecto para el año que viene en el Presupuesto.
– ¿Qué estrategias implementarán para seguir apoyando al dinamismo económico, pero sin comprometer en mayor medida la sostenibilidad fiscal?
Estamos trabajando en la Ley de Responsabilidad 2.0, donde estamos incorporando algunas medidas de ajuste fiscal post-COVID. La idea es ver qué ajuste podemos hacer por el lado del ingreso, bajo la tesitura y mirando que esta reforma tributaria todavía no tuvo su impacto por el lado de los ingresos y el año que viene todavía no lo va a tener: se va a trasladar al 2022 porque su base está sustentada en impuestos directos, que este año están sufriendo, la renta va a disminuir considerablemente este año y el año que viene no vamos a tener ese efecto que habíamos esperado inicialmente. Estamos trabajando con la SET y el MIC (Ministerio de Industria y Comercio) en la revisión de los regímenes especiales, principalmente, para tratar de disminuir ese gasto tributario que tenemos, lo que se puede. Buena parte del gasto tributario, que siempre se habla de 1,5% a 2% del PIB (Producto Interno Bruto), está en (el Ministerio de) Educación y por Constitución no vamos a poder gravarle a ese sector, esa parte no vamos a poder tocar y tenemos que identificar solamente aquellos sectores que podemos modificar. Por el lado del ingreso, estamos tratando de hacer la revisión de los regímenes especiales o regímenes tributarios; también el aumento de la formalización, tratar de ampliar un poco la base, eso automáticamente se estaría logrando una vez que la reforma tributaria se empiece a implementar plenamente, desde el punto de vista de la renta personal, principalmente aquellos que están en la parte más elevada de la curva, y en el sector más informal, con el régimen de Resimple.
“El déficit del año que viene tiene que disminuir, considerando que no vamos a tener los recursos para poder financiar ya gastos corrientes con deuda, no vamos a tener la autorización para hacerlo”.
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– ¿Cómo están trabajando el componente de la calidad del gasto?
Por el lado del gasto, también estamos evaluando cuáles son las medidas que podríamos tomar, estamos haciendo una revisión de toda la parte salarial. Cuando (Enrique) Riera todavía era ministro (de Educación), se había firmado un acuerdo con el sector docente donde el Gobierno se comprometió en ese momento hacia la convergencia del salario básico profesional docente, y esa convergencia todos los años está costando al Estado 120 millones de dólares, que para nosotros va a ser una fortuna para los próximos años. Ese tipo de cosas se tienen que evaluar políticamente, no solo técnicamente: qué sectores vamos a dejar que sigan creciendo, capaz que solamente se den crecimientos vegetativos, que no haya aumentos salariales en los próximos años, ver qué gastos se pueden congelar o disminuir en los próximos años. Va a depender mucho de las decisiones que se tomen en el Congreso, que las decisiones sean buenas y que no vayan en contra del fisco.
Perfil
Nombre: Viviana Casco
Formación profesional: Economista. Máster en Política y Gestión Pública, y en Hacienda Pública y Administración Financiera y Tributaria.
Trayectoria profesional: Funcionaria del Ministerio de Hacienda desde el 2005, fue elegida mejor funcionaria de la Subsecretaría de Estado de Economía (SSEE) en el 2010