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9 de mayo de 2024

Habrá rebote pero no recuperación económica en el corto plazo, según BM

La caída del PIB en la primera parte de este año fue muy profunda, al igual que el salto en el desempleo y la disminución de ingresos de los gobiernos, señala Carmen Reinharl, economista jefe del Banco Mundial.

“Mi mensaje no es muy alentador, esta es una crisis (la del COVID-19) muy profunda y la recuperación va a tomar mucho tiempo”. Así inició en su intervención la economista jefe del Banco Mundial (BM), Carmen Reinharl, durante el Ciclo de Seminarios virtuales “América Latina: La larga recuperación post-COVID”, realizado por el Instituto del Banco Central del Paraguay (BCP) con presencia del ministro de Hacienda, Benigno López, y el presidente de la banca matriz, José Cantero.

La representante del organismo multilateral insistió en que no se puede confundir el rebote con la recuperación. “Es una caída abrumadora, y por ende, uno tiene que esperar; un rebote no es lo mismo que una recuperación, que sería llegar otra vez a los niveles de ingreso per cápita que uno tenía antes de la crisis; sanar las cicatrices de esta crisis va tomar tiempo, es decir, que vamos a tener paciencia”, indicó.

Agregó: “El rebote va a venir, la caída en el PIB (Producto Interno Bruto) en la primera parte de este año es muy profunda, al igual que el salto en desempleo y la caída de ingresos de los gobiernos”. Esto, refiriéndose a los países emergentes, especialmente a los de América Latina, donde incluye a Paraguay.

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La economista comparó la crisis de la COVID-19 con la crisis financiera experimentada entre el 2008 y el 2009, aclarando que esta última es un buen parámetro para la comparación, ya que fue la más reciente.

En ese sentido, resaltó que la crisis del nuevo coronavirus es más global que la del 2008-2009, ya que la crisis financiera afectó sólo a once países avanzados, que tuvieron a través de los años un gran crecimiento en los precios de los inmobiliarios y excesos crediticios, que terminó en una crisis bancaria. Esto, sin ignorar el impacto que tuvo esa crisis sobre países emergentes como Paraguay, México, India, entre otros.

La profesional también realizó una comparación respecto a cómo ambas crisis llegaron a los países emergentes. En ese contexto, tomó como punto principal el nivel de endeudamiento de 45 países correspondientes a este grupo y afirmó que en la crisis financiera, el nivel del pasivo estaba disminuyendo gracias al auge en los precios de los commodities, que generó un incremento de ingresos y aumentó la capacidad de pago de las deudas.

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Sin embargo, según Carmen Reinharl, la COVID-19 encontró a los gobiernos de América Latina de una manera totalmente opuesta, con un nivel de endeudamiento con tendencia alcista y con muy poco margen fiscal.

De acuerdo a las estimaciones del BCP, nuestro país cerrará este año con una caída de -3,5% del PIB. Asimismo, se espera que el Estado paraguayo experimente un déficit fiscal (más gastos que ingresos) de 7,2% y una deuda pública cercana al 40%, del producto interno bruto.