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16 de mayo de 2024

BCP avizora menor dinamismo de obras públicas para empezar a corregir el déficit

En los intentos del gobierno por iniciar el retorno al orden fiscal, es de esperar que el Estado reduzca la inversión en infraestructura en los últimos meses del 2020, según proyecciones de la banca matriz.

Las construcciones vienen siendo uno de los principales motores de la economía paraguaya – junto con la agricultura – que contrarrestan de alguna manera los efectos de la pandemia de COVID-19 en el producto interno bruto (PIB).

Sin embargo, la necesidad de que se empiece a corregir el descalabro que dejó la contención de la emergencia sanitaria en las cuentas públicas llevará a que en los próximos meses se tenga que reducir la inversión en obras de infraestructura, según proyecciones del Banco Central del Paraguay (BCP).    

La banca matriz pronostica para el sector de las construcciones un crecimiento de 7% de su PIB, para el cierre del 2020. Si bien esta estimación es superior a la de 3,5% que se había contemplado en julio pasado, es inferior al nivel de expansión de 9,4% que esta actividad logró en el primer semestre del presente año.

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Miguel Mora, economista jefe del BCP, explicó que estos datos revelan el menor dinamismo que probablemente tendrán las obras públicas en los próximos meses.

“Buscando ya algún tipo de plan de convergencia hacia niveles compatibles con la Ley de Responsabilidad Fiscal, creemos que las inversiones y principalmente las obras públicas podían presentar algún tipo de menor dinámica en estos últimos meses del año”, sostuvo el profesional, en conferencia de prensa virtual brindada este miércoles.

“El dinamismo que están mostrando las obras en general ha sido bastante importante, hasta el último dato que tenemos – que corresponde al mes de agosto –. No obstante, el número que hemos puesto en la proyección de construcción consideramos que es compatible con esta convergencia a niveles de déficit mucho más bajos, que ayuden a moderar el crecimiento que estamos teniendo en nuestros niveles de deuda”, agregó.

Plan de convergencia

El Gobierno paraguayo espera cerrar el 2020 con un déficit fiscal (más gastos que ingresos en las arcas del Estado) que representará el 7,2% del PIB. Para el 2021, prevé que este número retroceda a 4% y continúe bajando a 2,8% en el 2022, para ubicarse en 2,1% en el 2023 y retorne al límite de 1,5% impuesto por la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRD) recién en el 2024

Mora considera que este anuncio es positivo para las perspectivas económicas del país.

“Estas acciones contribuyen también a mejorar las expectativas, porque es importante que el Fisco pueda retomar niveles de déficit que sean compatibles con la estabilidad macro y sobre todo con la solidez macroeconómica que hemos construido en los últimos quince a veinte años”, aseveró.

La consultora Mentu, del economista Hugo Royg, insta por su parte a que se superen las debilidades estructurales del gasto público – que ya precedían a la crisis por coronavirus –, a fin de generar un “espacio fiscal sostenible para hacer frente a las situaciones adversas y contribuir al desarrollo económico”.

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Ánimos económicos

El BCP anunció este miércoles que la caída económica del país como consecuencia de la pandemia de COVID-19 será menor de lo que se esperaba, al corregir la proyección de -3,5% a -1,5%.

Este ajuste ya fue adelantado tanto por analistas del sector privado como por las mismas autoridades del gobierno, y proviene de las sorpresivas señales de recuperación que la actividad económica empezó a mostrar a mediados del año, en coincidencia con el gradual desconfinamiento de la población.

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No obstante, el panorama todavía no se encuentra del todo claro, ya que los riesgos derivados de la pandemia persisten a nivel local y mundial – más aun con la intensidad de la segunda ola de contagios en Europa –.

Mientras tanto, en el contexto interno también surgen ruidos provenientes de eventos como los anuncios de cambios de ministros – que tardan en concretarse – y el malestar que generan iniciativas legislativas como el actual tratamiento del proyecto de Ley de Insolvencia.   

“La incertidumbre principalmente afecta al nivel de las inversiones, por eso se hace difícil algún tipo de proyección; necesitamos un tratamiento médico eficiente y la aparición de alguna vacuna que pueda ayudarnos con esta crisis sanitaria. Respecto a lo político y el tema del Congreso (Nacional), son eventos que ya hemos visto en el pasado, pensamos que la principal incertidumbre deriva del COVID-19”, asevera Miguel Mora.

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El citado gremio asegura que la industrialización de oleaginosas alcanzó un incremento del 10% al cierre del penúltimo mes del 2023. Sin embargo, este nivel todavía está bastante por debajo de lo alcanzado en periodos previos al 2020.

La Cappro detalló que el procesamiento acumulado de soja fue de 2,7 millones de toneladas, lo que implica un incremento del 50% en la comparación interanual, “variación relativamente pequeña si se considera que la producción de esta materia prima se duplicó con creces en el mismo periodo”.

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