Con la intención de contener el nivel de morosidad y facilitar las negociaciones entre bancos y clientes sobre sus obligaciones crediticias, a principios de la pandemia el Banco Central del Paraguay (BCP) implementó las denominadas “Medidas Covid-19”. Básicamente, su función ha sido la de flexibilizar las exigencias para refinanciar, reestructurar o renovar créditos en el ámbito financiero.
En un principio, las medidas de flexibilización se estipularon hasta junio del 2021; sin embargo, luego se extendieron hasta fines de este año, ya que la coyuntura sanitaria y económica sigue en nivel muy delicado.
En este contexto, Diego Duarte Schussmuller, miembro titular del Directorio de la banca matriz, informó que no se descarta la posibilidad de una nueva prórroga para el plazo de vigencia.
Dijo expresamente que todavía es muy temprano para determinar si el BCP tendrá la necesidad de continuar o no con estas medidas de flexibilización más allá de finales de este año, pero que desde Superintendencia y el propio Directorio se realiza un monitoreo constante con criterios técnicos sobre el asunto.
“Las medidas financieras implementadas por el Banco Central van en principio hasta finales de este año. La Superintendencia de Bancos va monitoreando día a día sobre la evolución de los mercados, creo que todavía es temprano para decir si esas medidas van a ser extendidas o no, iremos viendo la dinámica que tengamos en la economía durante los próximos meses”, apuntó.
Medidas COVID-19
Es importante destacar el contexto en que nace esta disyuntiva, ya que determinados sectores, especialmente los relacionados con servicios, comercios y algunos industriales, todavía no han logrado una recuperación. La crisis sanitaria continúa en el país, con una cantidad de infectados y muertos diarios cada vez mayor, mientras que el proceso de inmunización sigue siendo lento.
La cartera acogida bajo estas medidas ya tiene un valor de G. 17 billones, lo que representa un crecimiento del 151% con respecto a abril del año pasado, cuando se comenzó a utilizar la herramienta. Además, esta cifra ya ocuparía un 17% sobre la cartera total de créditos en el sistema bancario.
En lo que respecta a la cartera “RRR” (Refinanciados, renovados y reestructurados), asciende actualmente a los G. 14 billones, de los cuales G. 7,4 billones están en guaraníes y otros G. 6,7 billones en valor de moneda extranjera.
Morosidad
Durante la presentación del Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del BCP, se apuntó que a marzo del 2021 la morosidad total del sistema financiero llegó hasta el nivel del 2,8%, luego de haber alcanzado un 3,2% sobre la cartera de crédito en el mismo mes del año pasado.
Sin embargo, el propio Duarte Schussmuller reconoció que este indicador se encuentra contenido por las medidas COVID-19, ya que la intención de la política era justamente evitar la caída en mora por medio de las renegociaciones de los créditos entre bancos, financieras y tomadores de créditos.
En efecto, una vez terminada la vigencia de las mismas, el nivel de morosidad se podría incrementar en alguna medida, aunque no desmesurada.
Agregó que en la medida que las proyecciones de crecimiento económico se cumplan, la capacidad de pago de las obligaciones financieras por parte de los clientes será también mayor; en consecuencia, la morosidad también crecería menos.
Además, apuntó que existen sectores económicos ya recuperados y el golpe continúa para otros que son específicos, como el caso de los servicios.
“La evolución de la morosidad va a estar en buena medida asociada a lo que vaya ocurriendo con la dinámica de la economía. Hoy por hoy, con las previsiones de crecimiento de la economía y el dinamismo que hay en el sector primario y manufacturero, y en servicios particularmente, vemos algunos segmentos con dinámicas interesantes como las telecomunicaciones”, dijo.
Puntualizó que la evolución de la calidad de la cartera y la morosidad va a tener su desafío en los sectores que todavía están sufriendo y están teniendo un impacto por la pandemia, pero que son muy específicos y otros están evolucionando bien.
“Esperamos que no haya cambios sustanciales en la morosidad total”, sentenció.
