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26 de abril de 2024

Desabastecimiento y falta de ayuda estatal obligaron al cierre de puertas en industria aceitera

La menor producción agrícola que sufrió el país debido a la última sequía llevó a algunas fábricas aceiteras a paralizar su producción, ocasionando así la pérdida de miles de mano de obra.

El desabastecimiento de las materias primas es una situación que se vino advirtiendo desde la Cappro e hicieron un llamado a implementar políticas que puedan respaldar a este rubro, para así generar más fuentes de trabajo.

La sequía registrada a finales del año pasado, que ocasionó la reducción de las producciones de granos en el país, ha ocasionado que distintas fábricas dependientes de los productos agrícolas hayan tenido una contracción significativa en su productividad, incluso algunas de ellas tuvieron que cerrar debido al desabastecimiento de las materias primas.

De acuerdo con el boletín de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), conforme avanza el año el volumen mensual de molienda sigue cayendo, tanto que el mes de julio cerró con 181.741 toneladas de oleaginosas procesadas, lo que significa una caída del 30% en comparación con el mismo mes del 2021.

Con esto, la industrialización total acumulada en los siete primeros meses del año (enero-julio) alcanzó tan solo 1.521.755 toneladas, representando una retracción de 143.000 toneladas en comparación con el mismo periodo del año anterior, siendo esta el valor más bajo desde la última gran sequía registrada en el año 2012.

Con relación al procesamiento de soja en particular, esta alcanzó un total de 1.492.791 toneladas, lo que significa una reducción del 10% en comparación con el acumulado a julio del 2021. 

Lo anterior representa un aprovechamiento del 55% de la capacidad nominal para industrializar en los primeros siete meses. Este porcentaje implica una caída de 1 punto porcentual con relación al 56% con el que había cerrado el pasado mes de junio, con lo cual se mantiene como el menor valor acumulado a esta altura del año.

Considerando que la mayor parte de la cosecha -cerca del 90% del total- ya ha sido industrializada o exportada en estado natural, además de que varias fábricas ya han finalizado su molienda por lo que queda del año, se espera que la utilización de este producto vaya cayendo de manera considerable en los próximos meses, ya que tampoco se han conseguido a tiempo las medidas necesarias para hacer posible la importación de soja bajo admisión temporaria para las industrias.

Desde el 2019, la industrialización de soja viene disminuyendo ininterrumpidamente en los volúmenes de enero a julio y este año llegó a apenas 1,49 millones de toneladas, cifra 21,7% inferior al promedio de 1,9 millones de toneladas que se tuvo del 2019 al 2021. Fuente: Cappro. 

Cierre de fábricas e inactividad del Estado

Dada esta situación, la industria aceitera nacional cierra su quinto mes consecutivo con caída en términos interanuales, e incluso se espera que se agrave en los próximos meses considerando que la disponibilidad de granos para el procesamiento es cada vez menor. En este escenario, algunas fábricas ya están deteniendo sus operaciones por lo que queda del año, con el consecuente peligro que esta coyuntura genera para los puestos de trabajo existentes. 

La delicada situación en que se encuentra la industria aceitera fue expuesta por Sandra Naguera, gerente general de la Cappro, en ocasión de la conmemoración del Día de la Industria Nacional. A través de su cuenta personal en Twitter, la dirigente gremial relató la crítica situación que atraviesan las fábricas aceiteras en el país, en donde hizo un llamado al presidente la República, Mario Abdo Benítez, para acercarse y ver las fábricas paradas.

“La industria aceitera atraviesa una situación crítica, en el 2021 cerró su tercer año consecutivo con caída en el procesamiento en términos interanuales. El 90% de la cosecha ya ha sido industrializada o exportada en estado natural, cerraremos el cuarto año con caída”, manifestó Noguera.

Sandra Naguera, gerente general de la Cappro

Asimismo, resaltó que ya a comienzos del año alertaron sobre el riesgo de que se produzca un desabastecimiento de materias primas, por el quiebre de más del 60% de la cosecha. 

En este sentido, sostuvo que las medidas realizadas por parte del Gobierno no fueron tomadas a tiempo, para intentar mitigar el impacto negativo de la sequía en las industrias, por lo que estas están haciendo todos los esfuerzos posibles para que el impacto tan negativo de suspender la operación por tantos meses no se traslade a los colaboradores.

“Tenemos que ser capaces de ver lo que deja de ganar el país cuando en la matriz de exportaciones crece el volumen de materias primas en lugar del volumen de productos industrializados a partir de las mismas, que tienen un mayor valor”, expresó la gerente.

Por último, resaltó que consolidar la industria aceitera nacional puede “ayudar a atraer otras inversiones y generar más oportunidades de empleo, es mucho lo que se pierde si el Gobierno resta importancia a este sector”, indicó.

Reducción del empleo en las fábricas industriales

Es importante mencionar que este desbalance dentro del sector no solo perjudica a las empresas, sino que también incide directamente en el puesto laboral de las personas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el sector industrial se encuentra empleando a 333.077 trabajadores al cierre del segundo semestre del 2022,  lo que representa casi el 10% de la población ocupada del país.

De la cifra total de trabajadores ocupados en este sector, en relación con el primer trimestre de este año, se observa una importante disminución -de más de 21.000 personas-. Durante los primeros tres meses del 2022, el sector industrial empleaba a más de 350.000 personas.

Además, comparado con el mismo trimestre del año anterior, más de 9.000 personas dejaron de trabajar en las industrias, según revela el informe del mencionado Instituto.

En este sentido, el presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Enrique Duarte, en una entrevista con MarketData en el foro Invest In Paraguay, manifestó que una de las principales causas de esta disminución de colaboradores en las fábricas se debe fundamentalmente al contrabando y resaltó que las industrias están trabajando de forma inactiva, por lo que se ve una merma en el plantel de las empresas.

“Lo que pasa es que, si bien hoy en día las industrias están trabajando, lo hacen con capacidad ociosa y si hay capacidad ociosa, tiene una consecuencia directa sobre el empleo, pero somos consciente de que esto se va a recuperar, el país va a seguir retomando la senda del desarrollo de la recuperación total y esos empleos van a ser recuperados y van a seguir creciendo”, expresó Duarte.

Un llamado a las autoridades estatales

Así también, la Cappro en su cuenta de Facebook, realizó un llamado al Gobierno para la implementación de políticas que fomenten la industrialización de la materia prima agrícola nacional y se actúe con la urgencia requerida ante situaciones adversas como el desabastecimiento actual que vive el sector.

“Además, solicitamos una lucha frontal y sostenida contra la informalidad y el contrabando de aceites y otros productos industrializados, que generan competencia desleal. La industrialización es el camino para el desarrollo sostenible del Paraguay”, puntualizó la Cámara, a través de su cuenta de red social.

Acotaron que actualmente son las únicas industrias a las que no se devuelve el Impuesto al Valor Agregado (IVA) al exportar productos industrializados, recibiendo el mismo tratamiento tributario que la exportación de soja en estado natural.

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