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18 de abril de 2024

El mayor potencial de crecimiento en la región y menor costo de gerenciamiento de deuda, para gestionar la crisis

Con la capacidad de que el PIB aumente 4% cada año y un promedio de 3% de expansión en el quinquenio previo a la pandemia, Paraguay se posiciona entre los países que más pueden crecer en América Latina, según el análisis de Itaú.

Los costos de captación de recursos llegan en el 2021 a niveles históricamente bajos, con un apetito hacia Paraguay que se mantiene constante en los mercados, mientras BCP ve en la construcción y la ganadería el mayor dinamismo entre los sectores.

ANÁLISIS

La pandemia de COVID-19 introdujo gran incertidumbre a la economía paraguaya y golpeó a varios sectores, principalmente de comercio y servicios, con las restricciones que debieron implementarse para frenar al virus. Las secuelas a largo plazo también perjudicarán al país, por la pérdida de vidas que está acarreando la enfermedad, el atraso en indicadores de capital humano -particularmente en educación- y el deterioro de la calidad del empleo.

Sin embargo, hay elementos macroeconómicos que brindan condiciones para que sea posible superar estos problemas y salir de la crisis con oportunidades de seguir avanzando hacia un mayor desarrollo socioeconómico. Estas “buenas noticias” fueron expuestas en un estudio realizado por el banco Itaú, y se relacionan básicamente con el potencial de crecimiento del producto interno bruto (PIB) y el costo de gerenciamiento de la deuda proveniente de Paraguay.

La primera oportunidad consiste en que nuestro país tiene la capacidad de crecer 4% en promedio cada año. Esta proyección nos coloca por encima del potencial que tienen países como Perú (3,5%), Chile y Colombia (2,5%), Brasil, México y Uruguay (2%) y Argentina (1%). De esta manera, Paraguay tiene de los potenciales de expansión del PIB más altos de América Latina, según resaltó Andre Gailey, CEO Región Cono Sur de Itaú, durante su participación en el evento virtual “Itaú Macrovisión”.

A esto se suma el promedio de 3% en que vinimos creciendo en los cinco años previos a la pandemia, ritmo superado solo por el 3,2% en que se expandió Perú. Chile, Colombia, México y Uruguay tuvieron crecimientos menores, de entre 2,4% y 0,9%; mientras que Argentina y Brasil arrojaron resultados negativos, de -0,2% y -0,5%, respectivamente.

Este destacado potencial de crecimiento económico de Paraguay se desprende del nivel de inversión en infraestructura, donde existen importantes oportunidades con el modelo de asociación público-privada; la expansión de la fuerza de trabajo, impulsado por la población joven; y la capacidad de adquirir una mayor productividad, a criterio de Gailey.

“Invertir en máquinas, siendo cada vez más digital, reduciendo la burocracia, en especial mejorando el ambiente de negocios del país, para tener un PIB cada vez más grande y realizar este PIB potencial a lo largo de los próximos años”, agregó el ejecutivo, entre los pasos que considera se deben seguir dando a nivel nacional.

Para la segunda condición favorable, Gailey se refirió a la percepción de los inversionistas de todo el mundo en relación con la gestión y las perspectivas del país, que se refleja desde el costo de la deuda. En este sentido, explicó que el costo base del capital cayó de manera “muy significativa” desde el 2018, de 2,7% a un nivel de menos de 1% actualmente.

A su vez, la percepción del costo de riesgo de los países cambió de manera importante y al observar la curva de tasas para estos riesgos, se destaca que esta bajó, según siguió relatando el ejecutivo de Itaú.

“Esto significa que el costo de riesgo para los distintos países en el mundo está más bajo y quizás uno de los momentos más bajos de la historia. Esto significa que hay mucha liquidez en el mercado, hay mucho apetito en el mercado, y que por tanto es posible a todos los países y empresas captar plata a un costo más bajo que el histórico anterior”, detalló Gailey.

Recalcó que la posición cercana al grado de inversión que tiene Paraguay, para el costo de endeudamiento a través de bonos soberanos, significa que el inversionista tiene la percepción de que el país va a hacer las reformas, controlará el nivel de deuda y la gestión del déficit fiscal, manteniendo su “buena gestión económica”.

Finalmente, aseguró que hay espacio para emisiones soberanas como las de Paraguay y operaciones sindicalizadas de empresas paraguayas, donde bancos de todo el mundo participan para propiciar un acceso a liquidez y mantener las líneas disponibles de las empresas locales. “Estamos en un momento muy bueno para que los países y las empresas gerencien sus deudas, estiren los plazos a costos nunca antes o muy pocas veces vistos”, aseveró.

“Paraguay tiene uno de los más grandes potenciales de crecimiento de América Latina, el 2021 es uno de los años con el más bajo costo de gerenciamiento de deuda tanto para el país como para las empresas, hay liquidez y apetito para Paraguay en el mercado local y en el mercado internacional. Para que siga con buena demanda, buen apetito y buen costo, es fundamental que Paraguay mantenga la institucionalidad de su gestión económica, un control de su déficit fiscal y del nivel de la deuda pública”, concluyó Andre Gailey.

¿Cómo estamos hoy?

El sector industrial está liderando el dinamismo económico de Paraguay, al menos hasta el cierre del primer cuatrimestre del 2021, con un crecimiento de 8,7% en su nivel de actividad, según informó el presidente del Banco Central, José Cantero.

En este segmento se destaca la construcción como la actividad con el mayor incremento en el Índice de Actividad Económica del Paraguay (Imaep), al haberse expandido en 24,4% en comparación con el periodo enero-abril del 2020

El segundo sector más dinámico está siendo el terciario, a pesar del golpe que recibió desde el estallido de la pandemia, y anotó hasta abril un crecimiento de 5,1%. El peor momento para esta actividad fue el segundo cuatrimestre del 2020, cuando sufrió una caída de -6,2% y para el cierre de ese año ya suavizó su retracción a -1,9%. El comercio y los servicios representan la mitad de nuestro PIB.

La producción primaria está teniendo un desempeño menos vigoroso, con una contracción de -4% en el primer cuatrimestre del 2021. Esto resulta principalmente de la caída de -8,2% que reportó la agricultura, ya que la ganadería se ubicó como el segundo rubro con mayor crecimiento, de 16,7%.

Electricidad y agua también tuvieron un resultado de negativo, de -5,3%, debido al menor caudal hídrico que afecta a la generación de energía; mientras que la manufactura logró un crecimiento de 9,6%.

De esta manera, el Imaep registró un aumento de 4,7% en el acumulado a abril y Cantero considera que esto se encuentra en línea con lo que el BCP viene pronosticando.

“Este mismo dinamismo también estamos observando por el lado de las ventas o de la facturación: prácticamente todos los sectores están con mayores niveles de ventas, lo cual vemos como positivo hacia una economía que se está restableciendo con su nivel pre-pandemia”, sostuvo el titular de la banca matriz.

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