La informalidad ha sido históricamente un problema transversal para la economía de nuestro país, el cual se vio evidenciado por la pandemia ante todos los problemas estructurales que dificultan la ayuda a sectores vulnerables.
En esta entrevista, la nueva presidenta de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), Patricia Toyotoshi, apuntó la necesidad de cuidar la economía formal para seguir sosteniendo la estructura del Estado, que necesita una urgente mejora en su gestión de gastos.
Puntualizó que la vulnerabilidad de desaceleración todavía persiste y que, en este sentido, es fundamental un mayor ritmo en el proceso de inmunización contra el COVID-19, ya que esta es la única manera de lograr la tan mentada reactivación económica del país.
En lo que respecta a la toma del cargo como titular del gremio empresarial, mencionó tener buenas expectativas y la importancia de la responsabilidad en la gestión, que continuará en la misma dirección que los anteriores presidentes, con buenas prácticas de manejo y buscando ser actores de la construcción de un país mejor.
– ¿Cuáles son sus expectativas particulares para su gestión en el gremio? ¿Tiene algún punto en particular que le gustaría trabajar con mayor énfasis y por qué?
El asumir hoy tan importante cargo me confiere una gran responsabilidad, la de preservar lo logrado a través de muchos años y con mucho esfuerzo por el presidente y las juntas directivas anteriores. El gran desafío es el de mejorar lo que se ha logrado; por ello, daremos continuidad a los ejes de trabajo y a las buenas prácticas que ya se venían implementando, pero también evaluaremos qué nuevas acciones podremos ir implementando y a qué transformaciones debemos apostar como Cámara, como empresas, como marcas, como actores para la construcción de un mejor país.
– ¿Cuál es la perspectiva para la recuperación económica de este año, teniendo en cuenta el avance en el proceso de vacunación? ¿Es suficiente con esto o haría falta algo más?
La clave está en la capacidad del Gobierno para conseguir las vacunas, necesitamos en forma urgente iniciar un proceso de inmunización a la población, sin esto es difícil que se pueda esperar la reactivación económica. También debemos cuidar la economía formal, que es la que tributa impuestos y sostiene toda la estructura del estado, así como es imperioso mejorar la gestión y calidad del gasto público. Establecer mecanismos eficaces y transparentes para asignar y utilizar los recursos públicos disponibles de manera que promuevan un desarrollo sostenible.
– Muchas empresas en el país han tomado deudas para continuar operando durante la pandemia ¿Le parece que esto podría afectar a la recuperación económica?
En estos tiempos de pandemia, los empresarios tuvimos que reinventarnos, hacer una reingeniería de nuestras actividades comerciales para poder enfrentar el momento y seguir adelante. Ahora, es fundamental que todos sigamos respetando los protocolos sanitarios para que no se tenga que volver a disponer medidas de restricción a la actividad, que sería devastador para la economía.
Por otro lado, necesitamos que las instituciones que están a cargo cumplan su misión y den resultados claros, por ello exigimos una gestión eficaz para la obtención, en cantidad y forma, de las vacunas contra el COVID-19 y una eficiente campaña de inmunización masiva, esta es la única forma de lograr la tan ansiada reactivación económica.
– ¿Existe a esta altura un mayor ánimo para las inversiones en el país, o de momento la incertidumbre todavía pesa en este sentido?
Es importante que Paraguay tenga una previsibilidad de seguridad económica, somos un país con muchas oportunidades, necesitamos exponernos al mundo como país serio y previsible. Debemos trabajar todos juntos para brindar una excelente imagen de país y así atraer mayores inversiones, con una visión de incorporar tecnología, infraestructura, etc.
– A su criterio, ¿La situación económica por la que pasan los países vecinos, en especial Argentina, beneficia o perjudica a la economía local?
Paraguay es vulnerable a una desaceleración económica como una fuerte reducción de la actividad económica en la economía global y en los países vecinos.