La pandemia de COVID-19 impuso inéditos desafíos alrededor del mundo. En el caso de Paraguay, la administración económica nacional pasó a ejercer un rol de asistencia mayor al que nos tenía acostumbrados, a fin de contener los efectos del confinamiento al que se tuvo que someter la población.
Luego de esta experiencia, surge la interrogante sobre el tiempo en que el Estado seguirá desempeñando este papel de apoyo a los sectores afectados, ya que debe también empezar a transitar el camino hacia la recomposición de las cuentas fiscales.
Conversamos sobre estos temas con la viceministra de Economía, Carmen Marín, quien hace un recuento de las decisiones que debieron tomar para responder a una situación de temor e incertidumbre sin precedentes. Comenta también cuáles son las perspectivas que se presentan para los próximos meses y el mediano plazo.
– ¿Qué nos deja el 2020, en cuanto a lo que fue la experiencia de hacer frente a los efectos económicos de la pandemia de COVID-19?
Fue un año de enormes desafíos y de mucho aprendizaje, teniendo en cuenta que cuando iniciaba la pandemia tuvimos que diseñar muchos programas, trabajar con muchas instituciones, para dar respuesta. En la medida que se tomaban las decisiones desde el punto de vista sanitario, ya avanzando con un plan de emergencia que implementamos para los trabajadores informales y para los trabajadores formales, implementamos técnicas bastante innovadoras. Hoy estamos en un contexto en el cual podemos decir que lo peor ya pasó, la economía se está recuperando mucho más rápido de lo que habíamos esperado: en la estimación de julio el Banco Central estimaba una caída de la actividad económica en torno al 3,5%; en octubre ya tuvo una revisión al alza a 1,5% de caída, con una revisión en el sector más nos preocupa, que es el de servicios, comercio, turismo, eventos, que es el más afectado por esta situación, y el sector que hoy concentra la mayor parte del empleo.
– ¿Cómo describe la situación actual en que se encuentra la economía paraguaya, a ya varios meses del inicio de la emergencia sanitaria?
A partir del mes de julio empezamos a implementar un plan de reactivación económica y podemos decir que las medidas implementadas desde el Equipo Económico fueron bastante coordinadas, decididas y tuvieron ese impacto a fin de mitigar el efecto en las familias. En las familias más vulnerables tuvimos un criterio de focalización muy importante, sabemos que esta pandemia afectó principalmente a los trabajadores más vulnerables, a los trabajadores informales. Estamos avanzando ya en este proceso de recuperación de la actividad económica, la SET (Subsecretaría de Estado de Tributación) ya tuvo un repunte importante en los ingresos, lo cual implica también que el consumo se está recuperando. No obstante, tenemos que seguir trabajando, implementando estas medidas cada vez más focalizadas en los sectores de servicios; estamos hablando de gastronomía, eventos, turismo, con quienes todavía estamos trabajando y apoyando.
“Estamos avanzando en un proceso de recuperación, pero todavía es una recuperación frágil. Hay que ir apoyando todavía a los sectores, generando medidas económicas”.
– ¿Cómo observan a las empresas, en cuanto a la capacidad de recuperación con que cuentan para el periodo de post-pandemia?
Vamos a tener mucho trabajo, en conjunto con las mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas). Sabemos que las mipymes concentran más o menos el 80% del empleo, vamos a tener un proceso de reconversión tanto empresarial como laboral. Desde el plan de reactivación económica “Ñapu´ä Paraguay”, la visión del Equipo Económico son dos pilares: el proceso de recuperación de la actividad económica y generar profundas transformaciones desde el punto de vista del Estado, con las reformas que tiene que implementar, y desde el punto de vista de la formalización del mercado laboral. Esta crisis nos dejó un aprendizaje bastante importante, con mucha información, este es el momento en que tenemos que avanzar en esas transformaciones y en esas reformas, hay que apuntar a amplios consensos para generar esos cambios.
– Para responder a la pandemia, se efectuaron acciones que en momentos libres de crisis no hubieran tenido la misma agilidad ¿Cuáles de ellas considera que fueron las más desafiantes?
La burocracia del Estado tiene sus propias reglas de juego y, en ese contexto, tuvimos que diseñar un plan de emergencia; hemos trabajado muy coordinadamente con el sector privado, discutíamos ideas “fuera de la caja”, totalmente innovadoras que tuvimos que implementar. Discutíamos cómo potenciar por ejemplo Fogapy (Fondo de Garantías del Paraguay), que realmente tuvo un salto muy importante en el acceso desde el punto de vista de la garantía, lo cual permitió también que más mipymes puedan acceder al financiamiento. Por otro lado, también diseñamos con el IPS (Instituto de Previsión Social) el subsidio para trabajadores formales que estaban suspendidos; también desde el Ministerio de Hacienda nos tocó implementar una herramienta bastante innovadora, que es el programa Pytyvö, en dos o tres semanas se puso en funcionamiento. Teníamos muchas reglas de juego que cumplir, cuidar también los criterios de focalización, que el programa llegue a donde tiene que llegar, se dieron muchas situaciones sobre las cuales tuvimos que aprender en el camino. Fuimos muy reacios por ejemplo a permitir que las entregas (de subsidios) se hagan en efectivo, en un momento dado discutíamos cómo vamos a plantear una solución si estamos hablando de una cantidad muy importante de beneficiarios, teníamos que evitar la aglomeración en los comercios adheridos.
– ¿Qué destaca del trabajo que se realizó para desembolsar los subsidios correspondientes al plan de emergencia?
Fue un ejemplo muy claro de una asociación público-privada, en donde nos juntamos con el sector privado y planteamos una solución bastante innovadora: además de las billeteras electrónicas, que ya funcionaban bastante bien en el sistema, también tuvimos que implementar una nueva herramienta, que es la tarjeta cédula. En la región, Paraguay debe ser pionero en esta herramienta, que dio respuesta a muchas personas que son beneficiarias y por alguna razón no pusieron el número de teléfono o no tenían un teléfono a través del cual poder recibir el beneficio, hoy pueden hacer uso del beneficio directamente con la cédula. Es una innovación y con este programa logramos también un cambio en la conducta de las personas: logramos que usen la plataforma, que se puedan registrar correctamente, el proceso comunicacional funcionó bastante bien, más de 2,3 millones de personas en todo el país se registraron en una semana, en el segundo programa. Nos deja un aprendizaje, nos deja mucha información, también hay que trabajar en un proceso de formalización de estos trabajadores.
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“Los programas sociales no vinieron para quedarse, cumplieron un rol fundamental de contener el impacto en los ingresos de las familias. Tenemos que aprovechar la información que se nos queda y avanzar en la formalización”.
– ¿Qué se puede esperar de la administración fiscal para el 2021, luego del rol de mayor asistencia social que debió ejercer en el contexto de la pandemia?
Estos programas sociales que se diseñaron no vinieron para quedarse, cumplieron un rol fundamental de contener el impacto en los ingresos de las familias. De acá en adelante lo que tenemos que aprovechar es la información que se nos queda y también avanzar en ese proceso de formalización, generar cambios desde el punto de vista de las reglas en el mercado laboral, me refiero a fortalecer el sistema de protección social; aprovechar la información que tiene el Ministerio de Hacienda y trabajar de manera coordinada con el IPS, la SET, el Ministerio de Trabajo, todas las entidades que tienen un rol en esta materia. Por otro lado, más allá de los programas sociales, la visión que tenemos es generar las condiciones para que el sector privado haga lo suyo desde el punto de vista de la generación de empleo, potenciar ese sector; sostener el proceso de recuperación y el crecimiento económico de mediano plazo, pero impulsando estas reformas y con lo cual mejorar el servicio a la ciudadanía. Estamos trabajando en esa línea.
– ¿Cómo se presenta el panorama 2021 a nivel país?
Esperamos para el 2021 un mejor año, comparando con el 2020; organismos internacionales están estimando un crecimiento entre 3% y 4%. Si bien es cierto que lo peor ya pasó, va a ser un año de recuperación, un año de discusión, de profundas transformaciones que tenemos que implementar, en el cual todos los sectores tienen que involucrarse porque hay que generarse consensos. La economía post-pandemia genera grandes oportunidades para generar esos cambios que necesitamos y lo más importante es que Paraguay tiene las condiciones: una economía bastante joven, el 70% de la población tiene menos de 40 años, hay un bono demográfico que hay que aprovechar, las reformas no pueden esperar.
– ¿Qué nivel de incertidumbre todavía se tendrá el año que viene, tanto a nivel nacional como internacional?
Va a ser un año también de mucha incertidumbre, eso es claro. Hay que ir viendo cómo se ven los números desde el punto de vista sanitario, estamos también evaluando permanentemente con ellos. Lo bueno es que en el 2020, entre marzo y abril, mucho hemos aprendido en ese proceso, vamos al 2021 ya con una curva de aprendizaje muy importante. Estamos avanzando en un proceso de recuperación, pero todavía es una recuperación frágil, hay que ir apoyando todavía a los sectores, generando medidas económicas para sostener este proceso de recuperación. En esa misma línea, el Ministerio de Hacienda, desde el punto de vista fiscal, claramente tuvo un impacto en el endeudamiento, las medidas tributarias que se han tomado; la visión que tenemos es presentar un plan de convergencia fiscal, de recomponer las finanzas públicas, planteamos una gradualidad de en cuatro años volver a la regla, teniendo en cuenta que todavía va a ser un 2021 de incertidumbre. Para el próximo año estamos estimando un déficit fiscal de 4% del PIB (producto interno bruto), explicado principalmente por toda la inversión, estamos hablando de una inversión pública de alto impacto. El retorno a la regla va a ser clave, es uno de los objetivos prioritarios del Ministerio de Hacienda, pero consideramos que cuatro años es un periodo razonable, dada esta situación y el impacto que estamos viendo en la parte más vulnerable de la pirámide.
“La economía post-pandemia genera grandes oportunidades para los cambios que necesitamos. Paraguay tiene las condiciones, una economía bastante joven, con un bono demográfico que hay que aprovechar”.
– ¿Cómo observa el terreno en los mercados internacionales, para la búsqueda de fondos que se van a necesitar en el 2021?
Paraguay generó una curva de aprendizaje y una curva de rendimiento de los bonos, que también dice mucho de la confianza que tiene el mercado internacional en el país. Las últimas colocaciones son prueba de ello, que tres calificadoras ratifiquen y mantengan la calificación soberana es algo muy importante, más aun en un contexto donde muchos países están perdiendo su calificación, muchos países pasaron de una perspectiva estable a una perspectiva negativa, y que el mercado confíe en el país es una señal muy importante desde el punto de vista fiscal. Paraguay está avanzando con todas estas reformas, también hay un desafío muy importante desde la institucionalidad, pero creo que hay una curva de aprendizaje muy importante en esa línea.
– ¿Cómo ve Carmen Marín los desafíos que se vienen para el 2021?
Va a ser un año de mucho diálogo, mucha discusión, mucho debate, alrededor de las transformaciones que tenemos que implementar. Ya hemos comenzado con los gremios, con la sociedad civil, el rol de ustedes (la prensa) va a ser muy importante en esa línea, para que toda la ciudadanía se involucre en este proceso de reformas que estamos implementando, vamos a estar muy concentrados en esas herramientas de discusión de toda la agenda de transformación. Los jóvenes, las universidades, van a tener un rol muy importante también en la discusión para el 2021
Perfil
Nombre: Carmen Marín Rodríguez
Profesión: Economista y Máster en Finanzas
Trayectoria profesional: Ingresó al Ministerio de Hacienda en el 2008. Fue directora de Estudios Económicos desde julio de 2017 hasta agosto del 2020, cuando asumió el cargo de viceministra de Economía.