El escenario de la economía muestra signos positivos, a pesar de estar aún condicionado por la cuestión sanitaria y la falta de una señal clara desde el Gobierno con respecto a la campaña masiva de vacunación contra el COVID-19.
En este contexto, Oscar Diesel, presidente del banco Río, afirma que la política monetaria laxa adoptada por el Banco Central es propicia para la recuperación económica y las inversiones en este contexto.
Considera que no habría motivos en el corto plazo para una nueva suba de la tasa de referencia, ya que no existe presión inflacionaria. Además, reconoce que hay sectores económicos que todavía no se han recuperado completamente y están en proceso de hacerlo.
Con respecto a la economía a nivel general, prevé que este será un año de crecimiento económico, siempre y cuando se siga respetando la cuestión sanitaria con los protocolos y un pronto inicio de la inmunización.
Sobre el crecimiento de los créditos que siguió -pero desacelerado-, sostiene que esto se debe mirar en contexto, ya que la expectativa para enero de este año no era la misma que la del año pasado, cuando se esperaba un “efecto rebote” importante luego de un 2019 muy discreto.
– El sistema bancario ya igualó en utilidades a su producción del año pasado, incluso hubo un leve crecimiento del 0,4% para enero, cuando el 2020 había cerrado un 21% abajo en este indicador ¿Cómo están viendo este inicio, desde el banco?
Positivamente, para ser muy transparente y honesto. Estamos comparando enero de este año contra enero del año pasado y eso es un buen dato, el hecho de que tengamos ya algo similar es un buen indicador y tiene mucho que ver con los fundamentos económicos del Paraguay, que han mejorado incluso sobre el año pasado.
Me refiero al tema de la agricultura y la ganadería. Fijate que la producción es buena, sobre todo el precio es demasiado bueno y obviamente eso tendrá un impacto, y de hecho ya está creando un efecto positivo de mejora. Pero además de eso, se nota en la recaudación, exceptuando los sectores que todavía están golpeados como la noche y los eventos, el resto de los sectores está mejorando.
Nosotros estimamos que este año va a ser muy bueno para todo el país, exceptuando la incertidumbre que puede generar la segunda ola para Paraguay. El efecto vacuna es muy difícil que pueda tener impacto en el mismo año, va a tener un efecto psicológico muy importante y también va a permitir que haya un poco más de agresividad en cuanto a las actividades que se puedan desarrollar, pero una cura directa todavía no creo que tenga un impacto más allá del entusiasmo de que hay una solución encaminada.
El volumen a vacunar en todos los países del mundo es prácticamente imposible que se cumpla en todos lados, son 7.000 millones de dosis las que se necesitan y eso no existe. De todas maneras, es una buena noticia que ya esté encaminado, en algunos países más que en otros.
«Hay que ser consciente de la importancia de no cantar victoria antes de tiempo sobre todo desde el punto de vista de la sanidad».
– Según informó el Banco Central, el sistema tuvo un crecimiento interanual de los créditos del 8% en enero y, si bien esto es positivo, el crecimiento fue menor con respecto a enero del año pasado, cuando había crecido un 15% ¿Es esto consecuencia de la incertidumbre que persiste?
Es eso y también el tipo de cambio. De alguna manera el tipo de cambio influyó un poco porque venía subiendo el año pasado y ahora tiene el efecto contrario. Pero principalmente son los recaudos que todavía están sobrellevando en cuanto a la incertidumbre, porque no es lo mismo lo que se esperaba en enero del 2020 que lo que se esperaba para enero del 2021.
Ahora estamos contentos con subir 8%, el año pasado estábamos dubitativos sobre si era suficiente el 15%. Hay que ver esto en contexto porque después de haber estado al borde de la quiebra mundial, estamos saliendo bastante airosos desde el punto de vista económico; desde el punto de vista de la salud, los que perdieron familiares o gente cercana obviamente no estarán de acuerdo con esto.
– ¿Ven que los depósitos puedan incrementar todavía más este año o seguirán al mismo ritmo que el año pasado?
Yo creo que van a seguir igual que el año pasado como producto de la situación en general. Sigue habiendo mayor liquidez que pedidos de créditos y eso como mínimo va a durar todavía este año, porque se está saliendo de a poco de la incertidumbre y la gente se anima a apostar endeudándose. El efecto de desencaje, que el Gobierno hace muy bien, genera una liquidez y la idea era transmitir calma para transmitir la idea de que el dinero no iba a faltar, y de hecho no faltó.
En general la gente siente que su dinero no está en riesgo, y yo creo que en general este año va a seguir habiendo mucha liquidez y también tasas parecidas al año pasado.
– El Banco Central también sigue con su misma línea de tasas bajas y eso influye…
Eso influye, tiene sentido y también es bueno que así sea hablando macroeconómicamente. También desde el interés general de la población, porque yo no puedo mirar solamente un interés sectario de los bancos sino que tengo que mirar el bienestar de la población porque al final los beneficios que son temporales, son perjudiciales.
Al afectar negativamente al grueso de los productos y los que genera la actividad económica pura, si es para bien te beneficia a largo plazo y si es para mal te perjudica a largo plazo. En ese sentido, yo creo que es correcto dar la oportunidad para que la gente pueda volver a apostar con tasas bajas y acostumbrarse de nuevo a correr riesgos.
«Estimamos que este año va a ser muy bueno para todo el país, exceptuando la incertidumbre que puede generar la segunda ola para Paraguay».
– Además la economía no está lo suficientemente recuperada como para que el Banco Central suba de nuevo su tasa ahora…
No, porque además la inflación está baja y no hay una tendencia importante todavía. Yo imagino que desde el Banco Central están observando la evolución pero todavía no hay una inflación importante con respecto al año pasado, yo estimo que están monitoreando eso y en función a eso van a actuar también. El año pasado la inflación fue baja y la expectativa del gobierno es 4%. Al no haber presión inflacionaria, tampoco hay motivo para tocar las tasas.
Ahora bien, creo que hay un límite ahí que es el tema del dólar porque en la medida que las tasas estén muy bajas, el dólar va a tender a valorizarse y hay que tener cuidado con eso, pero el BCP va a saber manejar eso y va a tener en cuenta eso para tomar las decisiones.
– La morosidad del sistema bancario hoy en día está en el orden del 2,5%, pero van a comenzar a vencer los plazos de gracia del Fogapy y otros créditos. ¿Se podrá mantener igual este indicador al bajo nivel en que se encuentra?
Lo lógico es que tienda a subir más que a bajar. Hay que ser consciente de que el mercado está todavía afectado por la pandemia, en general hay sectores que están ya recuperados y en su nivel anterior, pero otros no. Todavía no es tiempo para poder ver cuál es el nivel de morosidad que vamos a tener que administrar, seguro que en el segundo semestre o el próximo año vamos a ver la situación real.
Estimo que va a subir la morosidad, debería esperarse que suba un poco más para preocuparse en general, pero está muy baja en este momento, no es algo que hoy preocupe. En lo que deberíamos ocuparnos todos ahora es en que la economía se vuelva a recuperar, siempre va a haber gente que va a terminar por incumplir y otros van a tomar la posta.
Definitivamente, lo que va a afectar son las previsiones, algún impacto va a haber en las utilidades, pero no creo que sea algo preocupante, si bien es lógico que va a llegar y no podemos esperar que no ocurra.
– A modo de conclusión ¿Podemos esperar que la economía mejore a nivel general este año?
Definitivamente eso va a ocurrir. Yo creo que siguiendo con esta tendencia y el escenario actual, eso es lo que podemos esperar. Pero hay que ser consciente de la importancia de no cantar victoria antes de tiempo sobre todo desde el punto de vista de la sanidad, porque algo que puede golpear muy fuerte es que la gente siga pensando que ya terminó y en realidad estamos pasando el mal momento, porque hay que recordar que la segunda ola nos puede llegar en el invierno. No hay que bajar la guardia.