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26 de abril de 2024

¿Cómo afecta a Paraguay la mejora de las expectativas económicas en el mundo?

Los precios de commodities como la soja y el petróleo, la cotización del dólar frente al guaraní, el ánimo para la realización de inversiones desde el sector agrícola y los costos de obtención de recursos en los mercados internacionales figuran entre los indicadores en que incide el dinamismo económico mundial.

ANÁLISIS

Paraguay también se contagia de los fenómenos económicos mundiales que están surgiendo con la evolución de la pandemia de COVID-19

Los cambios que se están aplicando a las perspectivas globales – con el avance de la vacunación y el continuo apoyo de los gobiernos para la recuperación – generan también nuevas expectativas en nuestro país y llevan a vaticinar:

  • Un continuo incremento en los precios de commodities.
  • Una presión a la baja sobre la cotización local del dólar.
  • Un buen ánimo para la realización de inversiones desde el sector agrícola.
  • Un aumento de los costos de obtención de recursos en los mercados internacionales en el mediano plazo.

En este artículo desarrollaremos el contexto en que se augura esta evolución de los mencionados indicadores, a través del análisis que compartieron técnicos del Banco Central del Paraguay (BCP) en la presentación del más reciente Informe de Política Monetaria (IPOM).

Mejora de las perspectivas económicas globales

La proyección de crecimiento económico mundial para el 2021 mejoró de 5,2% a 5,6% entre las estimaciones pronunciadas por el BCP en diciembre y en abril, respectivamente.

Entre los países que impulsan este incremento en las proyecciones se encuentran los Estados Unidos y China.

En el caso de la potencia norteamericana, la expectativa de expansión del producto interno bruto (PIB) subió de 3,9% a 5,7%, tras la caída de -3,5% que experimentó en el 2020

El gigante asiático, por su parte, verá a su PIB crecer este año en 8,5% – según la última proyección compartida por el BCP –, mientras que al cierre del año pasado se manejaba un pronóstico de 8,2%. Esto, luego de que en el 2020 este país lograra una expansión de 2,3% y no formara parte de la contracción de -3,5% que sufrió la economía mundial.

En cuanto a la Eurozona, las proyecciones tuvieron una leve corrección a la baja para el crecimiento esperado en 2021, de 4,6% a 4,2%. En esta parte del mundo, la caída del PIB fue de -6,6% en el 2020, pero a un ritmo menor al -7,4% que se previó anteriormente.

Para los países vecinos, el BCP espera un crecimiento de 3,5% en Brasil y de 6% en Argentina, para el presente año, tras contraerse en -4,1% y -9,9% en el 2020

La banca matriz considera que el avance de las campañas de vacunación contra el COVID-19, las menores restricciones impuestas a la actividad social, y los estímulos fiscales y monetarios desplegados por los gobiernos han permitido esta mejora en las perspectivas de crecimiento económico mundial.

Precios de commodities

En coincidencia con este mayor dinamismo que vienen experimentando las economías, los precios de commodities responden con una importante suba.

En el caso de los granos de soja, las pizarras de la Bolsa de Chicago exhibieron en el arranque de esta semana un precio cercano a los USD 580 la tonelada, con lo cual se encamina a duplicar el valor de USD 330 en que se encontraba en agosto del año pasado y en la prensa internacional no se descarta que pueda superar el récord de USD 650 que se registró en el 2012

Esta es una buena noticia para el agro en nuestro país, ya que la soja es el principal producto de exportación. Este panorama de precios eleva los ánimos de un sector que si bien está logrando interesantes números con la campaña 2020/2021 – de alrededor de 9 millones de toneladas cosechadas –, no logrará repetir el resultado de 10,6 millones de toneladas obtenidas en la zafra anterior.

El BCP avizora así una caída de -5% del PIB agrícola para el 2021, pero luego de una expansión de 9,1% en el 2020

Los precios del petróleo también están en camino al alza, luego del desplome que sufrieron con el estallo de la pandemia, allá por abril del año pasado.

¿Qué pasa con el dólar y la inflación?

Esta suba de precios de commodities tanto agrícolas como petrolero constituye una presión inflacionaria tanto a nivel local como en el mundo, es decir, puede impulsar al alza los precios de productos de la canasta básica familiar por el lado de los mayores costos de producción.

Sin embargo, la mencionada perspectiva alentadora que rodea a la producción agrícola y sus exportaciones repercute en un mayor ingreso de divisas al país, lo cual desemboca en una reducción de la cotización del dólar frente al guaraní y abarata el valor de los productos importados. Esta situación constituye un contrapeso a los efectos del citado incremento de los precios de materias primas.

Estos elementos se suman a la baja inflación del sector servicios – proveniente del reducido dinamismo por el que atraviesa como consecuencia de las restricciones sanitarias – para que la banca matriz todavía tenga espacio para mantener la política monetaria “acomodaticia” implementada desde el arranque de la pandemia y que llevó a la tasa de interés de referencia a un nivel históricamente bajo de 0,75%, según sostuvo el economista jefe del BCP, Miguel Mora.  

El ente emisor pronostica para este año una inflación de 3,8%, ya muy cerca de la meta de 4%, luego de que el 2020 exhibiera una variación de 2% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) al ras del piso del rango de 2% a 6% en que el BCP permite fluctuar a este indicador –.

“Estas perspectivas de mejora del crecimiento mundial, dado el crecimiento esperado para Estados Unidos, la zona Euro y China, que con ello también han aumentado su demanda, han implicado un alza en los precios de las materias primas que se utilizan principalmente para los procesos de industrialización”, explicó Mora.

“En el caso de Paraguay, esto se ha trasladado principalmente a los precios de los alimentos y de los combustibles, los precios de los alimentos están creciendo más allá de la media de inflación; pero también esta mejora en los términos de intercambio ha traído aparejado una apreciación de la moneda”, agregó el economista.

La moneda norteamericana se ubicó este martes en un promedio de G. 6.502, según el cálculo del BCP; ganó unos puntos desde la intensa caída que experimentó hasta hace unas semanas, pero sin acercarse a los niveles de G. 6.900 en que cerró el 2020 y estando todavía por debajo de los G. 6.546 en que se encontraba un año atrás.

Miguel Mora reconoce que la baja de la cotización local del dólar es un fenómeno típico de los periodos de boom de precios de commodities, ya que esto mismo se observó en el 2004, 2005 y 2013

“Esta apreciación (del guaraní) permite que el aumento de los precios externos tenga una incidencia menor en los precios domésticos, en los niveles de inflación”, aseveró.

Contexto alentador para las inversiones

El BCP espera también que las inversiones – o Formación Bruta de Capital Fijo (FBKF) – tengan un crecimiento de 6,6% en el 2021, tras haber aumentado en 6,3% en el 2020

Esta expectativa se basa en el dinamismo que se prevé que mantengan las obras de construcción tanto públicas como privadas, a lo que se suma este año un pronóstico de mayor adquisición de maquinarias y equipos para la producción agrícola.

“Esto tiene relación con la mejora en los términos de intercambio, las perspectivas que se tienen para el sector de agrobusiness, estos dos componentes de la inversión estarían explicando esa dinámica”, explicó el economista jefe del BCP.

Costo de financiamiento en los mercados internacionales

En cuanto a los mercados financieros, en el informe IPOM se destaca que los principales bancos centrales del mundo han seguido con una política monetaria inusualmente acomodaticia, con una reciente escalada observada en los rendimientos de bonos del Tesoro que estaría asociada con las mejores perspectivas de recuperación y, en consecuencia, con mayores expectativas inflacionarias.

En ese sentido, el BCP reconoce que el riesgo se deriva de la percepción por parte de los agentes económicos de un ajuste de las tasas de interés de los bancos centrales antes de lo previsto, especialmente por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED).

Para los países emergentes y en desarrollo, considera que un escenario como este implicaría mayores costos de financiamiento, salida de capitales y presión sobre sus monedas.

Al ser consultado sobre el momento en que este escenario podría materializarse, Miguel Mora relató que la expectativa generada desde las declaraciones de la FED es que se mantengan los actuales niveles de tasas de política monetaria incluso hasta finales del 2022

Por lo tanto, considera que todavía queda un trecho “bastante importante” hasta empezar a ver una normalización de la política monetaria de los países avanzados, entre ellos Estados Unidos.

“El financiamiento a estos niveles de tasas todavía lo vamos a tener hasta el próximo año. Eso es una buena noticia principalmente como consecuencia de las medidas probablemente contra cíclicas que tengamos que hacer todavía hacia adelante, desde el punto de vista monetario”, recalcó Mora.

“Respecto a la inflación, importa mucho también lo que ocurra con esta tasa de referencia, eso también nos permite a nosotros seguir manteniendo el impulso monetario, toda vez que veamos que las expectativas de inflación continúen ancladas en torno a nuestra meta”, añadió.

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