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27 de abril de 2024

¿Qué les espera a nuestros motores de crecimiento económico para la segunda parte del 2021?

Las manufacturas arrancaron el año con un importante crecimiento, impulsado principalmente por un buen desempeño de la producción de carne que también se refleja en la evolución del PIB ganadero, según informó el BCP.

La construcción se mantiene en su sitial de líder de la expansión económica, pero se enfrenta al riesgo de que el Gobierno pase a priorizar la contención de gastos médicos por COVID-19, en detrimento de las obras públicas.

La incidencia de los costos de producción provenientes de la suba de precios de commodities es un tema de análisis para las perspectivas que rodean a la industria, mientras para el agro se configura un panorama alentador.

ANÁLISIS

La economía paraguaya logró arrancar el 2021 con un segundo trimestre consecutivo de crecimiento en el nivel de producción. Esto se da luego de que la pandemia de COVID-19 generara profundas dificultades al interior de los sectores y llevara al producto interno bruto (PIB) a resultados negativos de abril a setiembre del 2020

Las construcciones, las manufacturas y la ganadería lideraron el dinamismo entre enero y marzo pasados, al igual que en el trimestre previo; mientras que los servicios -el sector más afectado por la emergencia sanitaria- dejaron atrás nueve meses de retracción en su nivel de actividad, pero aún con un tímido repunte, según los cálculos realizados por el Banco Central del Paraguay (BCP).

Estos motores de nuestro crecimiento económico enfrentan nuevas variables para lo que será el desempeño del segundo semestre del año, tales como mayores precios de productos derivados del encarecimiento de los commodities y la necesidad de que el Gobierno destine más recursos a la cobertura de gastos médicos de pacientes con coronavirus.

Perspectiva de desaceleración de las construcciones

Las construcciones se apuntaron como el sector con el mayor crecimiento en el primer trimestre del 2021, al registrar una variación de 14,2% respecto al periodo enero-marzo del 2020. Junto con las manufacturas, fue la actividad que más aportó a la expansión de 0,6% del PIB que se tuvo en los tres primeros meses del corriente año, pues contribuyó con 0,9 puntos de esta suba global.

Este vertiginoso ritmo se vino marcando a lo largo del año pasado, con incrementos de 13,9% y 18,1% en el tercer y cuarto trimestres, pero se espera que se desacelere de manera importante hasta cerrar el 2021 con una variación de 5,5%, según proyecciones del BCP.

La perspectiva es alimentada por un escenario de situación sanitaria complicada que lleva al Gobierno a tener que destinar más recursos a la cobertura de gastos médicos de pacientes con COVID. Esta necesidad ya fue expuesta al Congreso Nacional, por parte de las autoridades de Salud y Hacienda, y puede significar una menor disponibilidad de fondos para la ejecución de obras de infraestructura.

“Podría ser una limitante el hecho de que el Gobierno tiene un objetivo de llegar a un déficit del 4% (tras cerrar el 2020 con un déficit fiscal de 6,1% del PIB), en la última publicación que había hecho el Ministerio de Hacienda estaba alrededor de ese valor; pero entendemos también que hay una priorización por parte del Gobierno de tratar de mantener al menos la dinámica en cuanto a inversiones públicas, por el efecto positivo que tiene no solamente en la actividad económica efectiva, sino también en el potencial de crecimiento del país”, expresó el economista jefe del BCP, Miguel Mora.

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“En la medida que no podamos avanzar fuertemente con la inmunización de la población, por lo menos para llegar al nivel que se señala como la que otorga la inmunidad de rebaño (60% a 70%), va a estar latente ese riesgo y también algún tipo de presión sobre gastos corrientes en términos de poder asistir principalmente a los casos más graves que requieran internación y tratamiento a nivel de terapia intensiva; en ese contexto, podrían priorizarse esos gastos probablemente en detrimento de las construcciones”, agregó.

La construcción participa en el 7,1% de la estructura del PIB y, en el primer trimestre del 2021, su actividad estuvo impulsada tanto por obras públicas como privadas, con la consecuente mayor demanda de insumos como varilla, cemento y asfalto, según explicó Gustavo Cohener, director de Estadísticas del Sector Real del BCP.  

Mayores costos para la industria, pero también mejores precios

En el caso de la industria manufacturera, el crecimiento de 4,8% y su incidencia de 19% en la estructura del PIB condujeron a que aportara con 0,9 puntos a la expansión de 0,6% que tuvo nuestra economía en el primer trimestre del 2021

Este sector continúa así en la senda de recuperación que inició en el último trimestre del 2020 con un crecimiento de 3,1%, luego que los trimestres previos arrojaran contracciones de -5,8% y -0,2%.

Para la segunda mitad del 2021, esta actividad enfrenta desafíos provenientes de los mayores costos de producción que derivan del encarecimiento de las materias primas; pero esta misma coyuntura también está elevando el precio de los alimentos, lo que puede llevar a que se cubran los márgenes gastos-ingresos en las empresas de este rubro, a criterio de Mora.

“El sector puede cubrir estos costos, por el mayor precio que tienen los commodities, como en el rubro carne”, sostuvo el economista.

Un rubro que contribuyó de manera importante con este desempeño fue la producción récord de carne -a través de la actividad de los frigoríficos-, que también se vio reflejada en la variación de 9,8% que registró el PIB ganadero.

Otros segmentos que reportaron un dinamismo favorable fueron molinería y panadería, lácteos, bebidas y tabaco, productos químicos, cueros y calzados, productos metálicos y papel, así como los bienes generados bajo el régimen de maquila, agregó Cohener.

“Construcciones es uno de los sectores que más está creciendo y, además de los productos metálicos, materiales como ladrillos, tejas, que son componentes importantes dentro de la construcción, también están incidiendo de manera positiva en este resultado de la industria manufacturera”, añadió.  

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Entre los segmentos que tuvieron resultados negativos figuran la producción de aceite, textiles y prendas de vestir.

El BCP pronostica para las manufacturas una expansión de 5,9% al cierre del 2021. Foto: Gentileza UIP

La evolución de la pandemia y su impacto en los servicios

El dinamismo esperado para los servicios todavía está sujeto a cómo avance la vacunación contra el COVID-19 y la consecuente mayor confianza que tenga la población para salir a consumir sin miedo al contagio.

Este sector ya logró un crecimiento, aunque tímido (de 0,9%), en el primer trimestre del 2021, luego de que se resintiera con caídas de -10,9%, -3,8% y -0,8% en los sucesivos trimestres afectados por la pandemia durante el 2020.

Se puede esperar que los resultados de esta actividad continúen en ascenso, ya que el BCP estima un repunte de 3,7% para el cierre del 2021 y en los próximos trimestres se estarían comparando con los mencionados malos meses del año pasado.

“La situación de pandemia todavía aqueja al país, probablemente se pueda pensar en algún tipo de mejora, pero los riesgos para la actividad económica persisten en términos de los niveles de contagio y la saturación de los sistemas de salud, que traen aparejado algún tipo de riesgo en términos de movilidad y las restricciones principalmente afectan al sector servicios”, advirtió Mora.

De enero a marzo de este año, los rubros de servicios que tuvieron un buen dinamismo fueron las telecomunicaciones y servicios de la información, intermediación financiera, transporte, comercio y servicios a los hogares -incluidos salud, educación y esparcimiento-, sostuvo Cohener.

En sentido opuesto transitaron los servicios gubernamentales, a las empresas -donde se incluye a agencias de turismo, consultoría y publicidad-, restaurantes y hoteles, todavía como impacto negativo proveniente de la pandemia.

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La evolución de este sector tiene una alta incidencia en la variación global del PIB, ya que constituye la mitad (45,8%) de la estructura económica del país.

Mejor panorama para el agro

La producción agrícola fue la que experimentó la caída más pronunciada en el primer trimestre del 2021, pues su PIB se contrajo en -10,9% respecto al mismo trimestre del año anterior.

Se profundizó así el retroceso que había iniciado entre octubre y diciembre del 2020, de -3,8%, debido a que incidió el retraso en la siembra y la posterior cosecha de soja para la campaña 2020/2021 que causó la sequía de setiembre último.

En consecuencia, se prevé que esta actividad mejore sus números en los próximos meses y el BCP espera que la agricultura cierre el presente año con una caída de -5%.

El efecto del fuerte aumento que están teniendo los precios internacionales de la soja se sentirá en los resultados de la campaña 2021/2022, explicó Mora.

“Los precios (de la soja) empiezan a aumentar ya desde el año anterior y alcanzan los niveles de USD 550 e incluso USD 600 la tonelada durante gran parte del 2021, probablemente estos niveles de precios van a tener alguna incidencia sobre la siguiente campaña”, relató.

“De mantenerse estos precios, el incentivo a producir más de cada uno de los cultivos es mayor y eso también está en función a la extensión de tierra que se utilice, a la productividad y el factor climático, que es preponderante en todo lo que implica la producción agrícola”, agregó.

La producción de la campaña de soja en curso se estima que está culminando con alrededor de 10,3 millones de toneladas, pero se compara con un récord de 11,3 millones de toneladas obtenido en la zafra 2019/2020.

En su conjunto, la banca matriz considera que el PIB crecerá este año en 3,5%, luego de que se redujera en -0,6% en el 2020 y en -0,4% en el 2019. La siguiente revisión de las proyecciones del PIB se darán a conocer el 27 de julio próximo.

“Sigue el riesgo de la pandemia, su evolución, por más que en los últimos días estuvimos viendo que los contagios y la positividad se han reducido”, concluyó Miguel Mora.

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