ANÁLISIS
Los efectos económicos de la pandemia de COVID-19 llevaron a que los mercados experimenten una generalizada reducción de tasas de interés, debido a medidas propiciadas por los bancos centrales para abaratar el dinero y promover un mayor dinamismo.
Paraguay no escapa de esta realidad y el año pasado observamos un histórico ajuste a la baja en la tasa de interés de referencia del Banco Central – también conocida como tasa overnight o de un día –, desde un nivel de 4% en que arrancó el 2020 hasta el actual 0,75%.
Sin embargo, el perfil de la conducción monetaria del país podría empezar a tomar una dirección diferente, con un gradual ajuste al alza en la tasa de corto plazo del BCP. Esta sería la respuesta a las presiones inflacionarias que están surgiendo como consecuencia de la suba de los precios de commodities.
El economista César Barreto, de la fundación Desarrollo en Democracia (Dende), compartió este análisis con MarketData y explicó que el aumento de la inflación que se avizora para los próximos meses se relaciona con el encarecimiento de los costos de producción, derivado de la suba de precios de materias primas agrícolas y del petróleo.
Por otro lado, reconoció que este mismo pico en el valor de los commodities favorece al ingreso de divisas por exportaciones, lo que probablemente contribuirá a que persista la actual tendencia a la baja de la cotización del dólar.
Esto actuaría como contrapeso en la inflación, por su efecto en los productos importados.
En consecuencia, Barreto considera que el ajuste al alza de la tasa de política monetaria será gradual y se iniciará probablemente en este semestre, pero sin que retorne aún al nivel pre-pandemia al menos hasta mediados del próximo año – siempre y cuando no se dé una aceleración muy fuerte de los precios en los sectores de servicios –.
El banco Itaú coincide con esta proyección y en su último informe Escenario Macro – Paraguay fijó en 2% el nivel al que subiría este año la tasa de referencia del BCP, para seguir aumentando hasta un 4% en el 2022
¿Cómo impactan los precios de commodities?
César Barreto recuerda que la suba de precios de materias primas arroja efectos positivos y negativos a la economía paraguaya.
Por un lado, señala que a un país exportador neto como el nuestro le conviene en general que aumente la cotización de los commodities, ya que gran parte de la dinámica es muy impulsada por los precios altos – por su incidencia en los rendimientos de la soja, por ejemplo, principal producto de exportación de Paraguay –.
En contrapartida, estos mismos granos agrícolas son insumos para la producción de alimentos y advierte que, tarde o temprano, el aumento de estos precios se va a ir reflejando en mayores costos de producción de los distintos alimentos que consumimos, tanto en nuestro país como en el mundo.
“Va a ir generando una presión inflacionaria hasta que los precios se reacomoden de vuelta a los nuevos costos de las materias primas. Lo mismo ocurre con el tema del petróleo, que impacta finalmente en el precio de los combustibles”, sostuvo el profesional.
Relata que esta situación se vive desde setiembre pasado, cuando los commodities empezaron a apreciarse, y se va trasladando a las cadenas de producción y comercialización, hasta llegar a precios más altos para el consumidor final. “Seguramente va a continuar en los próximos meses todavía con esta presión”, aseveró.
El papel de la baja del dólar
Otro efecto de la suba de los precios de commodities es que las monedas de los países exportadores de estos productos tienden a fortalecerse, como resultado de las expectativas de un mayor ingreso de divisas.
Barreto reconoce que esto ya ha ocurrido en Paraguay, con la reciente depreciación que experimentó el dólar frente al guaraní. “Eso actúa como un mitigante: si no bajara el dólar, la inflación hubiera sido bastante más alta en los próximos meses”, recalca.
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Considera que, con estos elementos, la inflación se mantendrá todavía dentro del rango meta que se fija el BCP – de 2% a 6% –, inclusive aún por debajo del centro de 4%. Itaú, en este punto, prevé que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cierre el 2021 con una variación de 3% y de 4%, en el 2022, tras haberse ubicado en 2,2% en el 2020
El ex ministro de Hacienda, César Barreto, adhirió a la escasa recuperación del sector servicios – fuertemente golpeado por la pandemia – como otro factor que ayudará a contener la inflación, en este caso por la reconfiguración todavía débil de la demanda.
Normalización de la política monetaria
“Estamos considerando que el Banco Central va a empezar a hacer algunos ajustes, va a normalizar un poco su política monetaria ya en algún momento de este primer semestre, de manera gradual seguramente, para ir acomodando la liquidez y los costos de financiamiento a los niveles más normales, por llamarlo de alguna manera”, sostuvo el economista.
Un elemento adicional a tener en cuenta para la evolución de la inflación es el ajuste al salario mínimo que se efectúe a mediados de año y su impacto en los costos de producción. “Nosotros creemos que va a ser moderado”, indicó.