El Banco Central del Paraguay (BCP) resolvió prorrogar el plazo de vigencia de las Medidas Transitorias de apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (Mipymes) y para el sector agropecuario. Desde la banca matriz aseguran que se busca la solvencia, integridad y estabilidad del sistema financiero.
Igualmente, el BCP destaca que las Mipymes cumplen un rol importante en la actividad económica del país, otorgando una considerable proporción de las fuentes de trabajo en el sector privado. Sin embargo, como consecuencia de la pandemia de Covid-19, sus flujos de ingresos se vieron afectados, por lo que tomaron esta decisión.
La medida transitoria alcanza a las unidades económicas identificadas como micro y pequeñas empresas conforme a las categorías establecidas en el artículo 5° de la Ley N° 4457/12, y regirá hasta el 31 de diciembre de 2022. Permite que la formalización de las renovaciones, refinanciaciones o reestructuraciones del capital, incluyendo los intereses devengados y otros cargos, interrumpa el cómputo del plazo de la mora.
Para verse favorecido con esta medida, deben ser préstamos otorgados para el capital operativo o con fines de inversión; y también para aquellos saldos que no superen los 320 salarios mínimos en actividades diversas no especificadas.
En comunicación con MarketData, David Caballero, presidente de la Asociación de Emprendedores de Paraguay (Asepy), afirmó que la medida se da justamente por la morosidad entre las mipymes, sobre todo por las que están vinculadas con la gastronomía, que no han podido honrar sus compromisos porque no han podido recuperarse de la pandemia.
“Vemos con nuestro gremio que justamente en algunos rubros, llámese gastronómicos, eventos, entre otros, la recuperación no afecta, lastimosamente, en estos tipos de rubros no se ve una recuperación completa por el mal año económico. Nosotros lo que vimos con los socios es que hay una dificultad de poder honrar y cumplir sus compromisos o tal vez no con el flujo ideal que ellos querrían”, expresó.
Consultado sobre cuál sería la principal problemática que impide a las mipymes pagar sus deudas, el presidente respondió que los niveles de facturación no se recuperaron en un 100%. “Algunos nos comentaban que estaban cerca del 50% o 60%, entonces hay una disminución en cuanto a las facturaciones”, añadió.
Sostuvo que la medida del BCP ayudará a refinanciar las deudas y será como un “salvavida” para estos rubros. No obstante, Caballero dijo que si bien hay una recuperación gradual, todavía falta mucho para llegar a los niveles de ingresos previos a la pandemia. “Pero sí somos optimistas que vamos a ir recuperándonos mes a mes”, comentó.
Además de la baja del consumo, Caballero dijo que también afectó a las mipymes el aumento elevado del precio del combustible, que a su vez elevó los precios de los productos y también contribuyó el aumento del salario, “el cual no teníamos planificado, ya que no veníamos teniendo un aumento tan significativo, pero entendemos que esto se dio para igualar a los niveles de inflación”, refirió.
Dificultades continúan en el campo
Por su parte, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), descartó que la medida se deba a la morosidad del sector agrícola. “Esto es lo que se generó a partir del impacto de la sequía en la producción”, alegó. En este sentido, dijo que la sequía continúa sobre todo en el Chaco donde todavía no se normaliza.
Al igual que el sector de Mipymes, la UGP se mostró contenta con la ampliación de los tiempos de negociación hasta diciembre de este año para que la gente pueda renegociar su pasivo con las entidades financieras, y que de lo contrario serían pasibles de sanciones o multas.
“Uno pensaba que ya estaría normalizándose la situación y en el Chaco sigue crítico, entonces esa es la variable más importante que llegó a pedir esta ampliación de plazo para que la gente trabaje con más tranquilidad y no tenga apremio económico, que no tenga que mal vender en un escenario de clima difícil”.
Héctor Cristaldo, presidente de UGP
En este sentido, cabe recordar que la siembra ya inició en septiembre y está al 50%, según Cristaldo. El representante del sector agropecuario adelantó que esperan cosechar 10 millones de toneladas de soja en la zafra 2022/2023.
“El sector ganadero está con dificultades. El sector agrícola tuvo su refinanciación, el maíz oxigenó, el trigo va a oxigenar un poquito más y se estiman 10 millones de toneladas como base para un año normal”, puntualizó.
Anticipó que si sale una buena cosecha, van a tener un efecto rebote y repercutirá en un crecimiento importante del producto interno bruto (PIB). “Vamos a demostrar el peso y la importancia del sector agropecuario en la economía”, dijo.
Morosidad creciente
Hay que resaltar que este mes de agosto se registró el mayor índice de morosidad dentro del sistema bancario en más de dos años, llegando a 3,22%, según consta en el boletín Estadístico y Financiero publicado por la Superintendencia de Bancos.
La última ocasión en que se observó una tasa superior fue en mayo del 2020, cuando llegó a 3,33%. En el séptimo mes del 2022, el nivel de atrasos en el pago de deudas estuvo en 3,10%, mientras que un año atrás se ubicó en 3,01%.
La morosidad que afectó a los préstamos en guaraníes llegó a 4,24% en agosto de este año, a más del doble del 1,99% registrado en la cartera en dólares. El comercio minorista y el consumo son los rubros con mayor presencia de la morosidad, con tasas de de 5,07% y 5,64%; les siguen los servicios personales y la vivienda, con 4,70% y 3,25%.
Por su parte, la cartera RRR (créditos refinanciados, reestructurados y renovados) ascendió a G. 15,6 billones en agosto del 2022, con un incremento de 8,8% desde los G. 14,3 billones de hace un año, y representa el 13,2% de la cartera total de créditos.
Analistas consultados por MarketData explicaron semanas atrás que esta escalada de la morosidad se debe a factores como la caída del agro, el atraso en los pagos desde el Estado, la elevada inflación y la recuperación aún no plena de los efectos de la pandemia