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26 de abril de 2024

Pobreza, inflación y menor crecimiento: Así nos llegan los efectos económicos de la guerra en Ucrania

La disputa geopolítica que impacta en el comportamiento de los precios también incidirá en un fuerte retroceso de la lucha contra la pobreza, según Cepal.

La pobreza total aumentaría 1,2 puntos porcentuales en Paraguay, en el 2022, pero podría ser mayor si continúa el alza de precios.

Se espera para nuestro país una expansión económica de apenas 0,7% y se advierte la vulnerabilidad que persiste ante los choques debido al escaso desarrollo social.

Menor crecimiento económico, mayor inflación, impacto en el comercio internacional, y retroceso en la lucha contra la pobreza y la pobreza extrema son algunos de los efectos que genera en la región el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Esto se sostiene en el informe “Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra en Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?”, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Según el reporte, los desempeños económicos esperados para el 2022 y una creciente inflación generan un contexto adverso para las condiciones de vida de la población y su posibilidad de adquirir bienes y servicios esenciales. 

En este contexto, la Cepal prevé que la pobreza extrema y la pobreza se eleven en la región. En el primer caso, la tasa llegaría a 14,5% (0,7 puntos porcentuales más que en 2021) y la segunda estaría en 33% (0,9 puntos porcentuales más que lo proyectado para 2021). 

En el caso de nuestro país, según la mencionada Comisión, si la suba de precios continúa, se tendrá un fuerte retroceso de la lucha contra la pobreza total, que podría tener un aumento de 1,2 puntos porcentuales al cierre de este año. 

Incluso, si sigue acelerándose el nivel de inflación, la pobreza podría incrementarse 1,6 puntos porcentuales en Paraguay. Las proyecciones de Cepal es que la pobreza total de nuestro país se ubicará en 23% o 23,4%, superior al 21,8% estimado en el 2021. (Ver gráfico).

“Un alza de la inflación, y en particular de los precios de los alimentos, afectará las posibilidades de consumo de gran parte de la población regional, especialmente de los segmentos de ingresos más bajos, lo que puede contribuir a un aumento de los niveles de malestar y conflicto sociopolítico, que ya son altos en algunos países de la región”, advierte Cepal. 

Intentar frenar la inflación

El economista Virgilio Benítez comentó que Paraguay es un país bastante vulnerable a cualquier choque, atendiendo a su poco desarrollo social.  

“La pobreza es originada por varias causas y, antes de entrar en políticas puntuales para reducir la pobreza, se debe intentar frenar la suba insistente de la inflación, puesto que esta variable restringe los presupuestos reales de las familias y los empuja a pasar la línea de la pobreza”, sostuvo.

Explicó que la suba insistente de precios redujo la capacidad real de las familias para adquirir bienes básicos, por lo que “el primer y más urgente desafío” está en frenar la inflación.

“Después, evidentemente hay políticas más específicas para reducir la pobreza, cómo mejorar el capital humano a través de la educación y la salud, que los niños accedan a todas las vacunas desde el vientre de la madre, que reciban la adecuada alimentación para ser competitivos en las aulas, políticas de microcréditos, entre otros”, detalló. 

Menor crecimiento

En su informe, Cepal también enfatiza que las economías de la región enfrentan una coyuntura difícil en este 2022. 

Por un lado, existe un contexto externo que ya mostraba una desaceleración del ritmo de crecimiento de la actividad económica y el comercio internacional, y el conflicto, la persistencia del COVID-19 y el incremento de los precios de la energía y de los alimentos lo han vuelto aún más difícil. 

Por otro lado, el organismo advierte que los países también se enfrentan a contextos internos caracterizados por una fuerte desaceleración de la actividad económica, aumentos de la inflación y una lenta e incompleta recuperación de los mercados laborales. 

Teniendo en cuenta estos factores, Cepal espera que la región crezca tan solo 1,8%, por debajo de su estimación anterior del 2,1% para el 2022. En lo que respecta a Paraguay, la Comisión espera una leve expansión de la economía, de 0,7%, de los niveles más bajos en relación con los demás países de la región. (Ver gráfico).

Comercio internacional

En otra parte del informe se menciona que los principales efectos comerciales que el conflicto ha tenido en la región son las alzas de los precios de la energía (petróleo y gas), la minería (carbón, cobre y níquel), los alimentos (trigo, maíz y aceites) y los fertilizantes, debido a la posición relevante de la Federación de Rusia y Ucrania en la producción y el comercio mundial de dichos productos.

Detalla que, en 2020, el 0,6% de las exportaciones totales de bienes de la región se dirigió a la Federación de Rusia o a Ucrania, al mismo tiempo que el 0,6% de las importaciones regionales provino de esos dos países. 

En el caso de las exportaciones, nuestro país, junto a otras dos naciones, se distingue por ser de los que realizan mayores envíos a los mercados de la Federación de Rusia y Ucrania: Paraguay (5,6%), Jamaica (5,5%) y Ecuador (4,5%). 

En cuanto a las importaciones, los países que más se abastecen de la Federación de Rusia y Ucrania en términos relativos, son Brasil (1,8%), Bolivia (1,6%) y Paraguay (1,2%).

Recomendaciones

Cepal propone que ante esta coyuntura se siga utilizando la política fiscal como elemento central de la política de desarrollo, lo que requiere fortalecer los ingresos públicos para ampliar el espacio fiscal. 

“Es necesario reducir la evasión, reorientar gastos tributarios y fortalecer la progresividad de la estructura tributaria”, especifica.

Además, dice que para contener las presiones inflacionarias, fundamentalmente impulsadas por factores de oferta, es necesario que la política monetaria utilice el más amplio espectro de herramientas disponibles.

“Esto requiere combinar el uso de la tasa de política monetaria con instrumentos macro prudenciales y cambiarios, a fin de enfrentar la inflación minimizando los efectos negativos sobre el crecimiento y la inversión”, concluye.

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